Por: P. Francesco Motto SDB (Instituto Histórico Salesiano)
Casi todo lo que sabemos acerca de Domingo Savio se debe precisamente a este texto, escrito por Don Bosco para sus "queridos" muchachos de Valdocco, es decir, para aquellos que habían tenido como compañero de clase, de patio, en la iglesia, en el dormitorio, e incluso caminando.
Don Bosco, trazando el perfil, lo propuso como modelo de virtud para todos los muchachos de la época, tanto es así que el libro tuvo varias ediciones. Con la canonización en la basílica de San Pedro en Roma el 12 de junio de 1954 por el Papa Pío XII, Domingo Savio se convirtió en modelo de santidad para la Iglesia universal. Los salesianos a su vez extendieron el conocimiento, y a menudo incluso algunas expresiones conocidas como: “hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres” fueron parte de una cultura juvenil.
Han pasado más de sesenta años de aquella fecha y el mundo de hoy se ha alejado irremediablemente de la época de Don Bosco. Los muchachos de siglo XXI son "otros" respecto a los niños y jóvenes del tiempo de Domingo Savio. Uno puede preguntarse si la “vida del joven Domingo Savio" puede ser puesta en las manos de un "muchacho que tiene los teléfonos inteligentes"; si los hechos, las palabras, las anécdotas, y los diálogos que se encuentran en aquella publicación pueden hablar a los muchachos de hoy.
Probablemente no, a menos que junto a ellos esté un educador sabio que ayude a "entender" el ambiente de Valdocco, ayude a "interpretar" las páginas de Don Bosco, "vuelva a leer" las expresiones de Domingo Savio, que pueda "decodificar" los mensajes inherente. En definitiva, lo que se trata es de "actualizar" la figura del santo de acuerdo a la sensibilidad, a la cultura, a la teología, a la actualidad. Algunos intentos se han hecho a nivel local, pero no es suficiente.
Este es el verdadero reto que la memoria litúrgica del Domingo Savio lanza hoy a los padres, a los maestros, a los educadores, y a los salesianos. En este sentido, el próximo Sínodo sobre la juventud y la fe podría ser una oportunidad maravillosa para presentar y actualizar la figura de este santo.
