Don Higa ha vivido en Hamamatsu a partir de 1993 y se comprometió desde el principio a desarrollar una actividad pastoral fructífera y eficaz con los muchos católicos brasileños emigrantes presentes en esta ciudad industrial, así como en Suzuki, Yamaha y en otros lugares similares.
Partiendo literalmente de cero, viviendo simplemente en un apartamento cerca del barrio de los inmigrantes brasileños, celebrando la misa, compartiendo la realidad y necesidades de los emigrantes y sus familias, visitando las prisiones, colaborando con el consulado brasileño... Don Higa se convirtió en un salesiano factotum y en un soporte fundamental para la comunidad inmigrante.
Incluso después él se ha mantenido siempre en vanguardia: cuando en 2001 comenzó lentamente a llevarse a cabo la transición a los salesianos de la parroquia; cuando en 2007 se le unieron otros salesianos y fue erigida canónicamente la comunidad; finalmente en 2010, cuando fue inaugurado y bendecido por el obispo de Yokohama, Monseñor Raphael Umemura, el centro pastoral cerca de la parroquia.
La presencia misionera de Don Higa ha dado muchos frutos. Pocas veces ha regresado a su Provincia de Brasil-San Paolo para "recargar pilas" y siempre ha trabajado duro para su comunidad. En los últimos tiempos, a causa de diversos problemas, fue en busca de un posible sucesor, al que finalmente identificó en la persona de don Ambrosio Da Silva, un joven misionero nativo de Timor Este, llegado a Hamamatsu el pasado mes de febrero de 2016 a punto para tomar el relevo.
Hoy toda la comunidad parroquial agradece a Don Higa y, en particular, lo hacen los voluntarios del grupo "Esperança", que cada sábado por la noche van a ayudar a las personas sin hogar en Hamamatsu.