En la reunión, los inspectores de la CISI dialogaron sobre los retos para el futuro y sobre aquellas actividades realizadas hasta ahora en las Inspectorías en favor de los migrantes y sobre todo, aquellas acciones que han hecho posible reducir la pobreza.
"Nuestra experiencia se hace con los jóvenes refugiados, que han sido protegidos y ayudados por un grupo de universitarios - dice el P. Leonardo Mancini, inspector de la CPI – juntos ayudan a los sin techo, es una ayuda mutua”.
En Piamonte, manifiesta el P. Enrico Stasi, Inspector de la ICP, la acogida pasa por las comunidades salesianas donde los migrantes han encontrado un hogar y se les ayuda a encontrar un trabajo.
En la Inspectoría Meridional, manifiesta el P. Pasquale Cristiani, se han establecido clases de italiano, incluso para después de la escuela.
En Sicilia, la tierra donde llegan muchos migrantes, los Salesianos, las Hijas de María Auxiliadora, los Cooperadores Salesianos y otras asociaciones proporcionan, dice el P. Giuseppe Ruta Inspector de la ISI, “un servicio concertado, no solo para los niños sino también para familias con niños pequeños”.
En Gorizia, existe la experiencia de acogida para los menores no acompañados y seguidos después de la escuela en un curso de italiano en tres niveles, refiere el P. Roberto Dal Molin, Inspector de la INE.
El P. Claudio Cacioli, inspector de la ILE hace hincapié en la importancia de la experiencia de Cáritas Parroquial, especialmente en las áreas metropolitanas y con el asesoramiento a las madres jóvenes. “Para nosotros no hay acogida sin educación - añade el P. Cacioli - el sistema salesiano responde con la escuela, la formación profesional y el oratorio”.
"Para nosotros, una buena escuela es cuando se hace cargo de la vida del muchacho” nos refiere el P. Cacioli. Otro reto, explica el P. Dal Molin es el trabajo conjunto entre “salesianos y laicos juntos, una forma de compartir el espíritu de Don Bosco". El P. Ruta espera que todas estas experiencias “traigan un aire fresco para satisfacer las necesidades de los jóvenes de nuestro tiempo”.
Otro reto para el futuro no solo para la Italia Salesiana, sino también para el mundo salesiano, es lo que se refiere a la formación profesional, tanto para entrar en el mundo del trabajo, que para crear espacios de formación en las regiones donde no existe nada” refiere el P. Stasi.
Los inspectores de la CISI visualizan para el futuro algunos puntos fundamentales: la escuela, la formación profesional, las parroquias y oratorios en salida, y una economía de gestión transparente.
Fuente: www.donboscoitalia.it/