Un salesiano activo en la obra explicó: "El Instituto Don Bosco ahora es capaz de proporcionar a los estudiantes acceso a las instalaciones informáticas para fines académicos y para mejorar sus competencias".
Los estudiantes asisten a la escuela para recibir formación en una variedad de disciplinas técnicas, desde las hoteleras hasta las de enfermería. Los salesianos trabajan para comprender las necesidades del mercado local y ofrecen formación en sectores en los que los estudiantes pueden fácilmente encontrar y mantener un empleo digno y estable. Es un enfoque muy pragmático, que beneficia no solo a los jóvenes, sino también a las comunidades en general, porque también ayuda a garantizar que la fuerza laboral cuente con una mano de obra lista y calificada.
"La formación orientada al trabajo de nuestro instituto está produciendo jóvenes con competencias adecuadas al mercado laboral", continúa el salesiano. "Muchos jóvenes provenientes de comunidades desfavorecidas y marginadas se sienten atraídos por nuestro Instituto Don Bosco, gracias a sus tarifas razonables y a las becas totales y parciales. Sin embargo, en varias ocasiones nos hemos visto obligados a limitar el número de estudiantes inscritos porque las computadoras disponibles no eran suficientes. Ahora, gracias a esta donación, podemos ampliar las instalaciones y acoger a un número aún mayor de estudiantes, lo que resulta en un aumento de jóvenes que ingresan al mundo laboral como trabajadores cualificados".
Además de la formación profesional, la escuela también ofrece el desarrollo de competencias para la vida, para garantizar que los jóvenes estén listos para ingresar como protagonistas a la sociedad. Con ese fin, se ofrece el programa "Construir Vida y Carrera", en el cual los estudiantes aprenden a desarrollar un camino profesional y a enfrentar de manera apropiada los desafíos de la vida y el trabajo.
Concluye el salesiano: "Con la formación en competencias para la vida, los estudiantes han adquirido enseñanzas importantes, que los ayudarán en su futuro desarrollo profesional y personal. A través de estas actividades, los estudiantes desarrollan habilidades de trabajo en equipo, capacidades de liderazgo y aprenden a ver los problemas desde una perspectiva diferente, para dar un aporte positivo a la sociedad. Gracias a todo esto, no tengo dudas de que los alumnos podrán avanzar en sus vidas y servir a la comunidad como miembros honestos y responsables".
Según datos del Banco Mundial, nueve de cada diez personas entre los pobres de Sri Lanka viven en áreas rurales y más del 40% de los pobres en las zonas rurales son pequeños agricultores. La producción agrícola se ve a menudo obstaculizada por la negligencia y los bajos niveles de inversión, debido a la falta de servicios financieros y a la tecnología limitada.
Los habitantes de Sri Lanka experimentan una falta significativa de infraestructura, incluyendo carreteras, electricidad, sistemas de riego y canales de comunicación. En varias áreas del país, siete de cada diez personas no tienen acceso a electricidad y casi la mitad de la población no tiene acceso a agua potable. Finalmente, también la desnutrición infantil es muy prevalente.
Fuente: Mission Newswire
