A lo largo de su historia, miles de matrimonios han sido celebrados en la icónica iglesia de San Pedro y San Pablo. Por este motivo, en el centenario, se conmemoró a las muchas parejas cuyos matrimonios fueron bendecidos con una ceremonia de renovación de votos matrimoniales durante la liturgia del sábado por la noche, el primer evento del fin de semana de aniversario. El ex párroco, el padre John Itzaina, SDB, concelebró y dio una homilía perfecta para la ocasión. Casi quinientas personas asistieron al evento, entre ellas decenas de parejas que celebraron la vida matrimonial y sus aniversarios importantes. La pareja con más años de matrimonio presente, Arthur y Joan Costamagna, llevan juntos sesenta y seis años y tienen la extraordinaria particularidad de contar en su familia con seis generaciones de matrimonios celebrados en la parroquia, remontándose incluso a antes de la fundación de la nueva iglesia.
Posteriormente, en la sala parroquial, tuvo lugar un ágape, con comida preparada por los padres de los exalumnos de la escuela y del “Boys’ and Girls’ Club” y servida por miembros de la comunidad china, liderados por Anna Lee. El auditorio de la parroquia estaba increíblemente decorado, gracias al trabajo de la directora de la escuela, Lisa Harris; la directora del jardín de infantes “Laura Vicuña”, Barbara Simons; el director del Boys’ and Girls’ Club, Randal DeMartini; el ecónomo parroquial, Ramon San Gabriel; y el sacristán, Joseph Latade.
Por su parte, las Hijas de María Auxiliadora, la hermana Barbara Campbell, la hermana Mary Link, la hermana Kathleen Gibson y la hermana Antoinette Pollini, activas en la parroquia, recordaron junto con decenas de exalumnos de su escuela parroquial los tiempos pasados, los matrimonios, los bautismos y los eventos festivos celebrados a lo largo del tiempo. Los invitados pudieron ver una proyección de diapositivas con fotografías de matrimonios en la iglesia que datan de los primeros años del siglo XX, compiladas por el responsable de la parroquia, Gibbons Cooney, junto a un folleto conmemorativo también compilado por él.
El supervisor de larga data del Distrito de North Beach, Aaron Peskin, entregó una proclama de la ciudad al padre Bui, SDB, en la que se celebraba el espíritu pionero del padre Raffaele Piperni y de los primeros salesianos que llegaron a transformar las vidas de los jóvenes y sus familias de todo el distrito norte de San Francisco, para que fueran buenos cristianos y honrados ciudadanos. Fue el Padre Piperni quien lideró los esfuerzos para trasladar y reconstruir la iglesia original, que fue destruida en el incendio de 1906 tras el terremoto. Su imagen y su nombre serán honrados nuevamente el 31 de enero de 2025, en la fiesta de San Juan Bosco, con la develación de una placa en la acera de Washington Square, frente a la iglesia.
Antes de despedir a los asistentes, el padre Bui ofreció a los presentes el pensamiento de la “buenas noches salesiana”, en el cual recordó a los feligreses la visita del Rector Mayor, el cardenal Ángel Fernandez Artime, quien dos años antes, en ese lugar, había hablado del sueño de Don Bosco a los nueve años de edad. El párroco de San Pedro y San Pablo pidió, por tanto, a todos que soñaran junto a él lo que se podrá lograr con la ayuda de Dios en los próximos cien años.
La celebración por el significativo aniversario continuó el domingo 10 de noviembre, con una Misa multilingüe presidida por el Padre Mel Trinidad, inspector de la Inspectoría “San Andrés” de Estados Unidos Oeste (SUO), en reconocimiento a los feligreses italianos, chinos, filipinos, vietnamitas e hispanos que conforman el tejido de la comunidad parroquial.
Posteriormente, la parroquia organizó una fiesta abierta a la comunidad, con comida ofrecida por el restaurante Original Joe’s de North Beach, y con la participación de numerosos jóvenes, religiosos y sacerdotes del Distrito Norte de San Francisco y toda la comunidad parroquial, agradecidos por estos cien años de acompañamiento salesiano y bendiciones del Cielo.