El evento, organizado por Juan Carlos Montenegro y Justin Palacios, contó con la participación de cuarenta y siete asistentes, en su mayoría estudiantes, además de algunos jóvenes y adultos jóvenes. Los participantes se reunieron para asistir a una serie de proyecciones de películas que transmitían profundos mensajes de esperanza, diversidad y emancipación. A través de estos cortometrajes, los jóvenes cineastas comunicaron sus experiencias y desafíos, conectando profundamente con el público.
Una plataforma para la reflexión y la acción
El evento comenzó con una oración, seguida de la proyección de películas que abordaban importantes cuestiones sociales. Después de la visualización de los cortometrajes, se invitó a los participantes a compartir sus reflexiones, y muchos expresaron su emoción por las inspiradoras historias presentadas, con comentarios como: “Solo nosotros podemos marcar la diferencia: ¡debemos ser una voz para el cambio!”, y “Todo es posible cuando nos unimos”. Un espectador subrayó el poder de los relatos, afirmando: “Puedo ver la magia de la narración”, mientras que otro compartió una reflexión conmovedora sobre la realidad de las minorías y la pobreza representadas en los cortometrajes.
Inspirar a la próxima generación de jóvenes
La capacidad del festival para desafiar al público a ser parte de un movimiento por el cambio fue evidente en los comentarios de los jóvenes. Las películas no solo generaron una gran resonancia emocional, sino que también fomentaron la motivación para actuar, especialmente entre los jóvenes asistentes. Muchos chicos y chicas salieron de la proyección inspirados a contribuir a la construcción de una sociedad más inclusiva y equitativa, demostrando así el profundo impacto que el arte puede tener en los jóvenes, especialmente cuando refleja y expresa sus realidades y aspiraciones.
Mirando hacia adelante
El DBGYFF en la iglesia de santo Domingo Savio resultó ser más que un simple festival de cine. Fue un espacio para el diálogo, la reflexión y, sobre todo, la acción. Eventos como este recuerdan el potencial que tienen los jóvenes cuando se les brinda una plataforma para compartir sus historias y sus visiones para el futuro.
Con el éxito de esta proyección, Juan Carlos Montenegro y el equipo de la parroquia de santo Domingo Savio demostraron que las narrativas, especialmente a través del cine, son una herramienta poderosa para el cambio social, especialmente en manos de los jóvenes. El DBGYFF 2024, de este modo, no solo inspiró a sus participantes, sino que también reforzó su determinación de ser una fuerza para el bien en el mundo.
