Tras un proceso riguroso de selección y capacitación, los miembros del CIRC se sumergen en un mundo de descubrimientos, compartiendo y explorando diversas temáticas de interés social y académico. Desde la cultura investigativa hasta proyectos tecnológicos de vanguardia y las ciencias de la vida, el club abarca un amplio espectro de conocimiento.
Un claro ejemplo de estos aportes se da con los jóvenes Elián Cifuentes y Carlos Moreira. Ellos se han convertido en pioneros y constructores de la divulgación científica, pues han empleado, como opción de difusión, la comunicación web. Su intención es que los conocimientos producidos en el CIRC traspasen las fronteras institucionales.
Sin embargo, más allá de la mera adquisición de conocimientos, el CIRC busca la formación integral de cada integrante. Por esta razón, se promueven espacios de recreación y ocio para fomentar vínculos fraternos entre los participantes. Además, se realizan constantes conferencias, debates y ensayos con el propósito de priorizar el desarrollo en las habilidades blandas y promover el aprendizaje autónomo.
A lo largo de los años, el CIRC ha consolidado su posición como un semillero de talento científico, inspirando a generaciones de jóvenes a explorar el mundo del conocimiento y la investigación. Su impacto trasciende las fronteras de la educación formal, dejando una huella perdurable en la comunidad y abriendo las puertas hacia lo incognoscible.
Con un legado de excelencia y compromiso, el CIRC se proyecta hacia el futuro como un bastión de innovación y descubrimiento. Su visión trasciende el presente, apostando por un mañana donde el conocimiento sea el motor del progreso y la transformación social. En un mundo donde el cambio es constante, el CIRC continúa iluminando el camino hacia un futuro más brillante y prometedor para las mentes curiosas y ávidas de aprender.
Fuente: Salesianos Ecuador