Entre otras presencias, visitó la Universidad Católica Don Bosco (UCDB) y el Post-Noviciado.  Después visitó algunas presencias salesianas en el estado de Mato Grosso, como Primavera do Leste y la presencia misionera salesiana de Meruri, donde se encuentra la aldea de los indígenas Boe-Bororo. Particularmente emotivo fue la visita a las tumbas de los Siervos de Dios, P. Rodolfo Lunkenbein y Simão Bororo. También fue a la región para ver el lugar del primer cementerio de los mártires y la lápida en honor de los pioneros salesianos de la Misión de Meruri. “En el martirio de Rodolfo y Simão - decía el P. Miguel Angel - se formó una alianza entre la misión y los pueblos indígenas. Sus vidas son como un puñado de luz arrojado a la faz del mundo, no para deslumbrar, sino para despertar las formas, los colores y la belleza de la entrega apostólica, para ensanchar el horizonte del carisma salesiano. Testigos de que la piedra angular sobre la que descansa la historia no es la violencia, sino la gracia”.

Acabó la visita en Cuiabá, donde visitó las presencias salesianas en la capital del estado de Mato Grosso.

El Consejero valoró mucho algunos aspectos valiosos de la inspectoría: el número significativo de obras sociales; la presencia significativa en el campo de la educación superior y de la educación básica; la estructura organizativa de la Inspectoría Salesiana; una sólida identidad salesiana gracias al cuidado de la formación permanente de los salesianos y de los laicos;  la fuerte presencia juvenil en las diversas obras y sectores de la Inspectoría; la generosa inversión de personal en obras sociales y en las misiones; los equipos consistentes de formadores salesianos en las etapas iniciales de la formación; la pastoral juvenil, la cual ha sabido reinventarse durante la pandemia para mantener su trabajo con los jóvenes; la creciente conciencia de gestión compartida con los laicos.

En la Eucaristía dominical en la parroquia de São Gonçalo en Cuibá, el Consejero recordaba a los jóvenes el significado de dos condiciones que expresa Jesús en el Evangelio del día. “Negarse a sí mismo quiere decir dejar de pensar sólo en uno mismo. Nuestro secreto no está en nosotros, está más allá de nosotros. Jesús no quiere en su séquito personas frustradas, sino personas que hayan fructificado plenamente sus talentos. Significa: no eres el centro del universo, no eres la medida del todo. La segunda condición, tomar la propia cruz y acompañarlo hasta el final. Una de las frases más famosas, más citadas e incomprendidas del Evangelio. La cruz, este signo tan sencillo, que habita en los ojos de todos, que cuelga del cuello de muchos, que marca cimas de montañas, encrucijadas, campanarios y ambulancias. Pero su significado más profundo está en otra parte. Jesús habla de una cruz, del amor hasta el final, que sufre pacientemente, acepta, soporta”.

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