Un total de ciento treinta y cuatro alumnos y once profesores participaron en el acto, al final del cual se plantaron quinientos arbolitos. El equipo de Being Volunteer cavó los hoyos necesarios y los alumnos, divididos en grupos, plantaron después los arbustos. Los jóvenes también se encargaron de limpiar la zona de todo tipo de residuos plásticos, con el apoyo de profesores y voluntarios. La iniciativa fue acogida con entusiasmo por la ONG Being Volunteer, cuyo objetivo es promover una cultura del voluntariado en la que los individuos sirvan como agentes de un cambio positivo, para construir una nación en la que todos colaboren para crear un mundo más bello y saludable.
Ajinkya Parke, responsable de Don Bosco Junior, declaró con orgullo: "Me siento afortunado de formar parte de este proyecto salesiano y seguiré participando en proyectos tan importantes e interesantes en el futuro". La Sra. Rachael Ullagaddi, por su parte, declaró: "Plantar árboles nos da la sensación de estar haciendo algo útil. Incluso a pequeña escala, podemos marcar la diferencia en el medio ambiente. Es una buena sensación saber que hemos ayudado a la Tierra".
A través de esta iniciativa de plantación de árboles, el instituto salesiano ayudó a los estudiantes a comprender los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, que son el programa de acción para lograr un futuro mejor y más sostenible para todos. El Objetivo 11 pretende: "lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, duraderos y sostenibles"; mientras que el Objetivo 15 a: "proteger, restaurar y fomentar el uso sostenible de los ecosistemas de la Tierra", pero también gestionar de forma sostenible los bosques, luchar contra la desertificación, restaurar las tierras degradadas, incluidas las afectadas por la desertificación, y detener la destrucción de la biodiversidad.
Por ello, Kailas Narwade, fundador de Being Volunteer, elogió al Instituto Don Bosco Junior por incorporar proyectos ecológicos a sus actividades de divulgación juvenil.
Como resultado, los alumnos pasaron un día disfrutando de la belleza de la naturaleza y aprendiendo auténticas lecciones de vida; también aprendieron "la danza de los árboles", una actividad divertida con la que disfrutaron especialmente.
