El terremoto vino a confirmar que Siria vive una emergencia dentro de la emergencia que ya existía por la guerra. Los misioneros salesianos abrieron sus puertas a la población y aún hoy en día continúan ayudando con vales de comida a quienes todavía no pudieron regresar a sus casas.
Con la primera fase de la emergencia casi terminada, la de la ayuda con bienes de primera necesidad, los Salesianos comenzaron hace algunas semanas una segunda fase centrada en la recuperación de las actividades deportivas y de ocio para los menores y en los cuidados personales para superar el estrés y los traumas.
La solidaridad salesiana mundial ya ha recaudado más de dos millones de euros para la emergencia en Siria. En la actualidad, todos los proyectos se están desarrollando con éxito y beneficiando a cientos de jóvenes y a sus familias.
Una tercera fase de la emergencia por el terremoto serán los tradicionales campamentos y actividades de verano en los que siempre participan cientos de menores. En esta ocasión, Damasco y Kafroun serán los escenarios salesianos que acogerán a casi 2.000 menores con edades comprendidas entre los 8 y los 18 años con el objetivo de aliviar los trastornos de estrés postraumático que sufren la mayoría de niños y niñas.
Los campamentos de verano de este año supondrán una gran oportunidad para que los menores y los adolescentes superen los miedos y el estrés, adquieran confianza y aprendan a afrontar con optimismo las situaciones más difíciles. Un estudio realizado por Mariam Ghosn, psicóloga que colabora con Don Bosco en Alepo, destaca que el 85% de los menores necesita apoyo psicológico, y que con la participación en actividades de grupo y terapia durante un tiempo pueden cicatrizar esas heridas causadas por el terremoto.
Las actividades de verano tendrán una duración de seis semanas y girarán en torno al tema Bosco Space. A través de las historias de seis niños que son enviados a seis planetas del espacio Don Bosco, los menores aprenderán una virtud en cada uno de ellos antes de viajar de vuelta a la Tierra. Los campamentos incluyen transporte, comida, merienda y todos los materiales para los participantes.
Está el planeta de las Buenas Acciones, en el que aprenderán a compartir y a comunicar: el de los Sueños, para prestar atención a los signos de Dios en la vida; el de la Vida, para aprender a asumir responsabilidades; el de las Decisiones Fatídicas, para aprender a tener confianza y a no rendirse; el de los Principios, para tener una ética y distinguir el bien del mal; y el planeta de los Sueños Alcanzados, para aprender observando la belleza que nos rodea.
La experiencia veraniega de los menores concluirá con cinco días de convivencia en la obra salesiana de Kafroun, en un entorno apacible en la ladera de la montaña, para que los participantes asimilen y compartan sus experiencias con el resto de menores.
Fuente: Misiones Salesianas