El acto comenzó en la iglesia de María Auxiliadora, con el saludo del Inspector de SLO, padre Marko Košnik, SDB. Entre los peregrinos y fieles, miembros de la Familia Salesiana, empleados y colaboradores en la misión salesiana, amigos de Don Bosco e invitados de Italia, Austria, Croacia y Eslovaquia.

En representación del Rector Mayor, estuvo el Consejero para la Región de Europa Central y del Norte, padre Roman Jachimowicz, SDB, quien deseó a la Inspectoría de Eslovenia todo el éxito y un fuerte desarrollo en el futuro. Y añadió: "Incluso en la Europa muy rica, la pobreza se está extendiendo e incluso aquí nuestro carisma funciona bien".

En la oración de apertura, toda la Familia Salesiana compartió la alegría de Rem Marič de Rakovnik y Jana Hočevar de Kodeljevo, quienes hicieron sus promesas para ser salesianos cooperadores. Fueron recibidos por la Sra. Blažka Merkac, Coordinadora Inspectorial de los cooperadores salesianos de Eslovenia, así como Coordinadora Regional para Europa Central y del Norte y en el Consejo Mundial de la asociación.

A esto siguió una interesante presentación sobre el desarrollo y la organización del carisma salesiano en Eslovenia, entre los emigrantes, en la diáspora y en las misiones, a cargo del padre Bogdan Kolar, SDB, profesor emérito de historia eclesiástica en la Universidad de Ljubljana, que conserva fiel y minuciosamente la historia de la obra salesiana en la Inspectoría SLO desde sus inicios hasta hoy.

Y después de un breve descanso, la colorida multitud se reunió en el patio de la casa salesiana "Majcnova hiša", donde la Sra. Barbara Kastelec presentó la exposición permanente titulada: "La realidad salesiana a través del tiempo". Fue diseñada por Klemen Kunaver en siete grandes paneles "para revivir y preservar entre nosotros la memoria de todos aquellos que, con el sudor de sus rostros y con la alabanza en sus labios, han co-creado este lugar para niños y jóvenes”, explicaron los organizadores de la exposición. “Como nosotros -añadieron- atravesaron rápidamente este patio, pasando de una tarea a otra, a nuevos desafíos, en circunstancias históricas cambiantes, y con todos los medios se aseguraron de que la buena noticia resonara entre los jóvenes”.

Después de la presentación y un breve programa musical, la exposición fue inaugurada oficialmente por el Inspector, por el P. Košnik y el P. Jachimowicz.

Los monaguillos de las diversas parroquias salesianas del país también se reunieron en Rakovnik para la celebración y alrededor de 80 de ellos fueron recibidos calurosamente por los monaguillos locales, encabezados por Andraž Krnec, quien preparó un programa especial para ellos, antes de participar todos juntos en la misa solemne.

La Misa de Acción de Gracias con motivo del centenario de la Inspectoría salesiana fue celebrada por el Arzobispo y Metropolitano de Ljubljana, Mons. Stanislav Zore, OFM, en presencia del Presidente de la Conferencia Episcopal Eslovena, Mons. Andrej Saje y unos 50 sacerdotes. Además de la familia salesiana, personal y colaboradores, también estuvieron presentes representantes de otras comunidades religiosas, organizaciones y asociaciones. Y junto a los citados monaguillos, la liturgia estuvo ricamente enriquecida por las voces del coro de jóvenes del instituto salesiano de Želimlje, bajo la dirección de Polona Stegu, que hicieron más viva y auténticamente salesiana la ceremonia.

Durante la Misa, Mons. Zore agradeció a los salesianos toda la misión realizada en la Iglesia eslovena durante los 100 años de la Inspectoría y los invitó a continuar con su colaboración. “Ya antes del Concilio Vaticano II, los salesianos supieron discernir los signos de los tiempos y reanudaron el trabajo en las parroquias. Acudieron en ayuda de la diócesis en un período de posguerra muy difícil. Les doy las gracias por permanecer hoy en las parroquias y por todo el trabajo que hacen entre los jóvenes”, dijo el arzobispo, que concluyó deseando que el amor pastoral florezca por intercesión de María Auxiliadora.

Al término de la celebración, también el Presidente de la Conferencia Episcopal Eslovena, Mons. Saje, quiso dar su mensaje y utilizó la metáfora del árbol salesiano -que durante la Santa Misa se llenó de los "frutos" de la Familia Salesiana- para expresar su gratitud hacia esta gran familia religiosa que durante 100 años sigue produciendo tanto bien.

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