El padre Michael Pace, Vicedirector del Museo, se refirió al Santo como un "gigante del renacimiento" que involucra -tanto por su origen familiar como por su acción pastoral- a una vasta comunidad entre Francia e Italia y desde aquí a toda la Iglesia.
La exposición presenta por primera vez al público un retrato del santo, destacó uno de los organizadores de la exposición, el padre Cristian Besso. "Los documentos históricos afirman que aquella pintura al óleo se realizó en Annecy 'en pose directa'. Es una obra excepcional al menos desde el punto de vista histórico”, porque es como tener una fotografía de su rostro.
"De propiedad de las Monjas Visitandinas, pasó a la comunidad de Lyon y después a la comunidad de Turín tras los disturbios de la Revolución Francesa". Esta no es la única preciosidad de la exposición: también hay dos casullas usadas por San Francisco de Sales. “Con la primera celebró la Eucaristía en los meses de su enfermedad en Turín, pocos meses antes de su muerte. Pertenece al Santuario de la Consolata y es probable que haya sido confeccionada con telas aristocráticas de la corte de Saboya del duque Carlo Emanuele I. La segunda casulla fue bordada para el santo por la Madre Giovanna Francesca Fremiot de Chantal, cofundadora de la Orden de las Visitandinas".
Otro antiguo retrato de San Francisco de Sales, encargado por el rey Carlos Alberto para abrir el panteón del estado de Saboya en el que aparecen 54 clérigos, científicos, estadistas, diplomáticos, desde la Edad Media hasta la Edad Moderna, se conserva en Turín.
Al respecto se pronunció la directora de los Museos Reales de Turín, Enrica Pagella, quien invitó a verlo en su lugar ya que no era posible despegarlo del gran marco que el artista Pelagio Pelagi creó para coleccionar esa galería de retratos. Pero esto es ocasión para tejer una relación más estrecha entre el museo salesiano de “via Maria Ausiliatrice” y el museo estatal de Piazza Castello, que ya se ha concretizado en un laboratorio itinerante que lleva a los visitantes desde los Museos Reales de Valdocco siguiendo el tema “Ragazzi di corte, ragazzi di cortile” (Muchachos de la corte, muchachos del patio), anunció la propia directora.
Stefania De Vita, directora de la Casa Museo Don Bosco, encuadrando la atención a la cultura de San Francisco de Sales, subrayó que “amaba la música, el arte, la pintura religiosa en particular, en plena línea con los dictados de la Contrarreforma".
Y también su manera de expresarse recurrió con gusto y eficacia a los ejemplos plásticos: “Experto comunicador, a través de las imágenes realizó una gran labor pastoral de evangelización”.
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