Los Salesianos de Don Bosco llegaron en el 2009 a Bangladesh, a la parroquia de Utrail, en Netrakona, en la diócesis de Mymensingh. Poco a poco, han extendido su servicio pastoral a las parroquias de Lokhikul y Khanjanpur, en la diócesis de Rajshahi. Y desde hace algunos años también gestionan un centro parroquial en Uttara, cerca de Dacca, la capital del país, que se ha convertido en el centro de coordinación de los salesianos en Bangladesh.
El padre Francis Alencherry, ex Consejero General para las Misiones Salesianas (2002 a 2008) y Consejero para la Región África-Madagascar (2006-2008), procede del estado indio de Kerala, tiene ahora 71 años y es el Coordinador de los salesianos en Bangladesh. Al presentar esta realidad misionera, afirma: “Comenzamos nuestro camino hace doce años, en una sola parroquia, cuidando de la escuela. Ahora estamos presentes en cuatro parroquias. Trabajamos sobre todo con los jóvenes, que son nuestra prioridad y el futuro de nuestra Congregación en este país: tratamos de formarlos según una educación cristiana responsable”.
En el 2009, antes de la llegada de los salesianos a Uttara, los estudiantes no asistían a clases con regularidad. "En los últimos años, sin embargo, el alumnado está aumentando paulatinamente y eso nos da esperanza", revela. “Dentro de dos años tendremos un sacerdote local de nuestra Congregación religiosa -continúa el padre Alencherry-. Las vocaciones están creciendo y hasta la fecha tenemos 39 en formación. Fundamental para nuestro trabajo es el testimonio de los estudiantes de las casas de formación, que comparten su experiencia de vida con los más jóvenes”.
Pero la pastoral salesiana en Bangladesh no se centra solo en la formación de los jóvenes católicos: “Nuestro programa educativo -continúa el padre Francis- también se extiende a los jóvenes de otras religiones y esto es un gran logro... Sabemos que el fundamentalismo todavía está muy extendido, pero nunca hemos recibido amenazas de los extremistas”.
En una Iglesia joven como la de Bangladesh, queda mucho por hacer. El misionero salesiano concluye: “Pronto recibiremos a algunos sacerdotes locales. Nuestra primera tarea es proporcionarles una excelente formación, para que puedan desarrollar una buena experiencia y una fe sólida. Después de eso, planeamos extender nuestro ministerio a otras diócesis de Bangladesh. Ya hemos recibido invitaciones de otras cuatro diócesis del país”.