Mons. Escobar Ayala lanzó su apelación después de referir, durante la misa dominical, el caso de una muchacha de 14 años de la Etnia Tomáraho, que en la mañana del 25 de junio conmocionada deambulaba por las calles del barrio de San Blas de Fuerte Olimpo después de haber sido víctima de un asalto brutal en la vía pública. La violencia de los atacantes era tal que casi fue desfigurada, porque trató de resistirse a la violación sexual.
El vicario apostólico ha denunciado una vez más el clima de abuso y violencia en la región, principalmente como resultado de la inercia de las autoridades.
Según el religioso, ni la Fiscalía, ni la propia Policía se inmutaron para actuar de oficio, ante el grave hecho y recordó que las instituciones solo se interesaron del tema una vez que la propia madre y una hermana de la víctima, hayan recurrido a estas oficinas para realizar la denuncia.
Escobar criticó además a los responsables del Hospital Regional, por no realizar informes claros de lo acontecido a la menor. “Me niego a creer que esta desidia de parte de las autoridades tenga que ver, por el hecho de que la víctima sea una persona humilde y por sobre todo indígena”, manifestó; y además reprochó la agresión que sufrieran la madre y hermana de la víctima, en pleno hospital de parte de familiares de los supuestos agresores, a fin de presionar para que se retirara la denuncia, sin que los mismos sean individualizados e imputados por la justicia.
Monseñor Escobar Ayala ha denunciado esta situación de abandona de parte del Estado en la región del Alto Paraguay, donde la población está privada de los servicios elementales y expuestos a la violencia, también de los que deberían respetar las leyes.