La idea nació el pasado mes de mayo: "Hemos creado una plataforma web", explica Pietro, que ha concluído su carrera en el Instituto Salesiano y quiere matricularse en Diseño de la Comunicación en el Politécnico de Milán. “Tanto los estudiantes que necesitan un PC o una tableta, como las familias o empresas que tienen dispositivos para donar pueden inscribirse en la plataforma. Nosotros hacemos todo: recogemos los ordenadores, los comprobamos con la ayuda de la red 'Informáticos sin fronteras' y luego los entregamos a quien lo necesita".
Estos chicos demostraron no solo su generosidad y capacidad técnica, sino también su espíritu emprendedor: gracias al crowdfunding (financiamiento con recaudación en internet Ndr), recaudaron más de 18 mil euros para invertir en el proyecto.
Los primeros en creer en la iniciativa fueron los mismos salesianos: el Director del Instituto Salesiano "Sant'Ambrogio", el padre Renato Previtali, y el director de la secundaria, el padre Damiano Galbusera.
“Esta placa es una gran satisfacción, pero aún mayor es la alegría de ver a las personas que se conmueven cuando reciben un PC como regalo. Me acuerdo de Peter, un niño de primaria recién llegado de Egipto: con el PC pudo seguir las lecciones y conocer a sus nuevos compañeros", subraya Emanuele, que cursa el último año del curso de Ciencias Aplicadas en el bachillerato científico de los Salesianos. “Después de la secundaria seguiré Ingeniería Física en el Politécnico. ¿Mi sueño? Convertirme en empresario ”, añade.
Jacopo, que asistió al "Hockerill Anglo-European College" en Inglaterra durante los últimos dos años y ahora le gustaría ir a los Estados Unidos para asistir a una Escuela de Negocios ("Pero con el objetivo de regresar a Milán en el futuro", precisa), comenta cuál fue su reacción tras conocer el premio: “Yo estaba en el tren con Matteo, por casualidad íbamos a Roma a hablar de nuestra iniciativa en un talk show. Mi madre me envió un mensaje de felicitación, luego llegaron muchos otros… Así nos enteramos. Me emocioné e inmediatamente hice una videollamada con mamá y papá”.
También Matteo se muestra emocionado, él cursa el quinto año del Bachillerato Científico Leñon XIII (y que le gustaría estudiar en Barcelona el año que viene, en el curso Transformational Business and Social Impact): "Nos abrazamos, luego llamé a mi abuela: estaba muy orgullosa".