Gumbo es un barrio periférico de Juba, la capital del país. Aquí los salesianos tienen una misión con 10 hectáreas de terreno que colindan con un gran campamento de prófugos. El interior de la misión cada día hierve de actividades, se realizan lecciones en la escuela primaria, se preparan miles de porciones de comida, se da asistencia médica a través del monitoreo de la salud de las mamás y de los niños, y se cultiva la tierra, trabajo aquí realizado principalmente por las mujeres.
En una parte de los terrenos de la misión, las Hijas de María Auxiliadora, del “Centro para las mujeres Mazzarello” tienen dan a ellas formación profesional.
Un día, visitando el campamento de prófugos, las misioneras han notado entre las tiendas que existían pequeñísimos huertos, no más de 3 o 4 metros cuadrados de terreno cultivado con tanta atención. La natural consecuencia fue pensar en algo concreto.
Así ha nacido el proyecto agrícola que incluye a unas 150 mujeres, para garantizar también a sus familias (muchas veces compuestas sólo por la mamá y las hijas) la seguridad alimentaria. Porque el suelo de este país es fértil, fueron los años de la guerra civil y las carestías, las migraciones y decenas de otras causas varias, a impedir hasta el día de hoy las cultivaciones agrícolas.
En el terreno de la misión las monjas han liberado una gran parcela cuadrada, cuyos lados son de unos 500 metros y subdividida en tres zonas, la primera dedicada a la “escuela”, donde se enseña a las mujeres a cultivar; la segunda entregada en pequeños lotes a cada mujer; la tercera en la cual las mujeres divididas en grupos realizan la cultivación comunitaria. Al lado de este proyecto agrícola se está desarrollando también uno para la cría de animales, como pollos y cabras:
Hoy en la misión salesiana de Gumbo, unas 300 familias recibe apoyo con alimentos, y a unos 2.500 niños se les garantiza una comida diaria, mientras sus mamás frecuentan los centros de formación profesional de las hermanas (alfabetización, cocido, cocina) y otras 150 en particular se dedican a la agricultura y a la cría de animales.
Gracias a la generosidad de sus benefactores la Procura Misionera Salesiana de Turín, “Missioni Don Bosco”, ha logrado comprar una nueva maquinaria agrícola, construir dos torres e instalar dos grandes depósitos, para irrigación y sustento de los animales.
No son solo palabras sino gestos concretos, que están mejorando y mucho la calidad de vida de las personas.
