¿Cómo inició su trabajo en Vientiane?
Era il 2004. Después de haber estado dos años en la Casa para aspirantes Nazaret, recé y le dije a María Auxiliadora: "Si en mi vida veo la oportunidad de ayudar a los niños o jóvenes en dificultad, seguiré el espíritu de Don Bosco. Y lo haré con alegría". Así, cuando Tito Pedron y el Consejo inspectorial de Tailandia decidieron abrir una nueva obra en Laos y pensaron en mí, les dije enseguida que sí.
Los primeros años fueron humildes. Inicié con cursos de electricista y de reparación de motocicletas. El año siguiente llegó el primer estudiante que se llamava Thao Sansuk. Usábamos el patio de nuestra casa donde había solamente un toldo y una mesa. En los años siguientes fueron admitidos más jóvenes, que a su vez se volvieron docentes cuando se diplomaron.
¿Cuáles fueron los desafíos principales durante los primeros años?
El desafío fue iniciar una obra salesiana desde cero en un nuevo país. El objetivo era abrir un Centro de formación profesional en la ciudad de Vientiane. Aparecieron algunos problemas, pero en esos casos consultaba a don Pedron y buscábamos una solución. Además cuando surgían problemas siempre me dirigía a la imagen de María Auxiliadora y la de Don Bosco que tengo en mi cuarto.
¿Cuáles fueron los momentos más bellos transcurridos en Laos?
Nuestro Centro de formación profesional a un cierto punto fue cerrado, entretanto ninguno de los docentes o estudiantes que en ese momento estaban allí quiso dejar el Don Bosco, ni regresar a sus casas. Todos aceptaron trabajar durante un año para encontrar una solución. Fue fantástico. Otra cosa bella es ver a tantos muchachos jóvenes que logran cambiar su vida. Gracias a Don Bosco tuvieron la posibilidad de estudiar, de hacer carrera y por lo tanto de alimentar a sus familias.
¿Cuál es su sueño?
Mi sueño es ver el Centro de formación profesional de Vientiane crecer constantemente y expandirse en otros distritos de Laos, donde hay realmente tantos jóvenes indigentes. Querría que este centro 'Don Bosco' se vuelva un claro ejemplo del trabajo que los exalumnos desarrollan junto a los demás salesianos para ayudar a los jóvenes.