El Agnelli, con su oratorio de verano, reúne a muchos chicos... Pero este va a ser un verano "extraño"...
Será un verano “muy especial”, quizás una ocasión única y especial. Por supuesto, con tantas restricciones, que nos están imponiendo. Durante el período de aislamiento social tuvimos que interrumpir hasta 70 grupos, incluyendo el oratorio, la parroquia, el cine y el teatro.
Ahora se va de nuevo, solo con el oratorio de verano, pero para nosotros ya es mucho. Porque el oratorio de verano significa volver a dar esperanza a los chicos y chicas que en este momento realmente necesitan recuperar su sociabilidad, recuperar una relación serena con sus amigos, así como con su familia.
“Jóvenes para jóvenes” es una de las claves del Sistema Preventivo de Don Bosco. ¿Cómo se preparan los jóvenes animadores del oratorio?
La situación que estamos viviendo nos lleva a pedir a los animadores que vivan una experiencia de misión. Es una gran oportunidad para redescubrir nuestras motivaciones. Sabemos que a veces algunos de los niños vienen a ser voluntarios en los oratorios de verano un poco por accidente. Pero este año hay una situación totalmente nueva, que requiere una actitud muy similar a la actitud del misionero. Y la misión es dar a los niños un lugar donde puedan recibir una educación, donde puedan acercarse a Dios, donde puedan ser acompañados después de este momento de desorientación. ¡Será el reto asegurar una calidad de oratorio más alta que la que siempre hemos tenido!
¿Se materializa todo esto en actividades concretas?
Para muchos, por supuesto, el deseo de conocer, de abrazar está ahí. Con los animadores estamos preparando toda una serie de actividades, no para impedir que lo hagan, sino para que se diviertan, con serenidad, y aprendan no solo las normas de salud, sino sobre todo el respeto a las demás personas, lo que en este momento implica también actividades diversas. Porque es natural y hermoso abrazarse, nos cuesta esfuerzo mantenernos alejados, pero la enseñanza evangélica que queremos transmitir es que lo hacemos por el bien del otro. “Respeto las reglas porque te quiero”.
¿También el oratorio de verano tendrá que compensar un poco lo que la escuela, a pesar de la educación a distancia, no pudo hacer?
Entre los muchos “talleres” que imaginamos, hay algunos diseñados para este fin, manteniendo siempre el estilo y las características del oratorio. A modo de ejemplo: haremos un taller en el que traduciremos canciones del inglés o de otros idiomas, donde el texto de la canción ya tendrá un mensaje educativo y luego combinaremos una coreografía.
Fuente: Salesiani Piemonte