Desanimado, se adaptó gradualmente a la vida de la calle. Para sobrevivir, llevaba basura y buscaba piezas de hierro para venderlas a los comerciantes de metal. Un día un amigo le dijo que el “Centro Don Bosco” acogía a los chicos de la calle. Lo acompañó y Daniel fue aceptado. Ese amigo cambió su vida.
En el “Centro Don Bosco”, Daniel fue incluido en un ciclo de alfabetización y recuperación escolar, intercalado en los meses de verano por la colonia organizada por el Centro. En noviembre de 2019 comenzó la formación profesional en carpintería que continuó hasta principios de marzo de 2020.
En el “Centro Don Bosco”, Daniel se adaptó y mostró su deseo de dejar el camino de la calle. En “Bienvenu Karume”, el trabajador social del Centro encontró a sus padres y dio indicaciones bastante precisas sobre el lugar de residencia de su familia en Goma. A raíz de esta información, “Bienvenu” encontró a personas que habían conocido a los padres de Daniel. Después de varios intentos de búsqueda encontró el número de teléfono del papá de Daniel, que entretanto había emigrado con su familia a Nairobi, Kenya.
El padre pensó que Daniel había muerto, pero en cuanto supo que estaba vivo, le pidió a Daniel que regresara. El muchacho también quería volver a casa. “Bienvenu” realizó toda la documentación y Daniel, después de agradecer y ofrecer algunas palabras de despedida a sus amigos y al Director del Centro, el P. Piero Gavioli; partió para un largo viaje a Kenia, pasando por Ruanda y Uganda.
En Nairobi, el muchacho fue acogido calurosamente por sus padres y sus hermanos, que tuvieron la alegría de encontrar a un hijo, un hermano perdido durante 7 años. En Nairobi se presentó a la casa Salesiana y el Director de la “Ciudad de los Muchachos de Don Bosco" aceptó incluir a Daniel en el curso de carpintería.
Daniel forma parte de un primer grupo de 20 muchachos que han sido aceptados en el internado de los Salesianos como parte de un proyecto desarrollado por el “Centro Don Bosco” de Bukavu con el apoyo de la ONG “Louvain Coopération”. Este proyecto, que se puso en marcha el 4 de abril de 2019, tiene una duración de tres años y prevé la acogida y la reunificación familiar de 20 muchachos en situación de calle, para un total de 60 jóvenes beneficiarios.