“Escribo para expresar la cercanía y la solidaridad del Rector Mayor, el Consejo y los hermanos que viven en la Sede Central de Roma, en condiciones que hace unas semanas hubieran sido impensables - escribe el P. Coelho, antes de centrarse en las medidas de higiene que fueron tomadas en la comunidad del ‘San José’ y, sin duda, en todas las casas de formación de Italia – En la Sede Central se tienen los turnos para la utilización de los diferentes ambientes tanto como para la oración como para las comidas y se han instalado distribuidores desinfectantes para manos en lugares estratégicos”.
“No es un exceso de prudencia - continúa el P. Coelho – Es un deber de ciudadanía en línea con el Aguinaldo del Rector Mayor de 2020 y, más aún, en solidaridad con el enorme esfuerzo que se está haciendo en nuestros países para contener la propagación del virus”.
El Consejero General para la Formación, manifiesta que el COVID-19 se ha propagado en algunas religiosas de Roma, infectando prácticamente a todos los miembros de la comunidad, por lo tanto, invita a la precaución, especialmente para no agravar un sistema de salud que ya está al límite de sus capacidades.
La carta continúa, “en este tiempo durante el cual los movimientos de todos son limitados, la vida comunitaria no debe detenerse y la caridad y el apoyo mutuo pueden encontrar nuevas formas de vivir”.
De hecho, el P. Coelho explica que se han ideado nuevas formas “digitales” en la comunidad para participar en la Misa, que se transmite por video a través de Internet todos los días, y que se sigue tanto desde Italia como desde el extranjero.
Al final de la carta, el Consejero General para la Formación nos invita a prepararnos para la Pascua, permaneciendo unidos y apoyándonos mutuamente con oración y, sobre todo, viviendo este tiempo como un tiempo de “Pasión y Resurrección, único en su tipo en comparación con todos los años”.