La cuarentena es un período especialmente difícil para las personas que viven solas o para quienes tienen cuestionamientos de distinto tipo y desean recibir una orientación. Por ello, la congregación salesiana en Uruguay lanzó una iniciativa de asesoramiento espiritual en línea. “Vemos que hay muchos jóvenes que no se pueden encontrar en los espacios habituales de intercambio que ayudan a resignificar las vivencias cotidianas. Entonces, consideramos que necesitan compartirlas con alguien que de forma personalizada favorezca reencuadres, reenfoques, alivios a dolores por soledad, por frustraciones, acompañar discernimientos espirituales”, explica el padre Francisco Lezama, SDB. Es párroco del Santuario Nacional de María Auxiliadora y encargado de la dimensión vocacional de la Pastoral Juvenil en la Inspectoría Salesiana San José, Uruguay.
Desde allí nace la “disposición a la escucha en clave de acompañamiento espiritual personal al modo salesiano, buscando transformar la realidad para generar el bien, descubrir la belleza, reconocer lo verdadero”, detalla. Lezama recuerda que a estos tres aspectos tiende el acompañamiento espiritual más clásico, también conocido bajo el nombre de dirección espiritual.
El sacerdote explica que la iniciativa funciona con una promoción que se difunde a través de las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram. Todo se centraliza en el sitio web de recursos pastorales www.mauxi.uy. Allí se accede este enlace (haz clic aquí) para un “acompañamiento personal on line”, donde ya hay 16 personas disponibles entre presbíteros, religiosas, religiosos y laicos de la congregación. Cada persona ha de rellenar un formulario y elegir a uno de los acompañantes o indicar que no tiene preferencia específica, tras lo que le contactarán a través de un email para concertar un encuentro virtual.
El acompañamiento espiritual es una tradición bimilenaria de la Iglesia católica, “que se remonta al Dios de la Biblia y, a lo largo de la historia, ha tenido distintas expresiones”, puntualiza el salesiano. “Tanto como acompañante o como acompañado, encuentro que es una ayuda para todo joven y para toda persona que quiera encaminarse en vivir la vida desde el amor, desde la fe en Dios. Pero en estos momentos, donde el encuentro personal y físico está muy restringido, creemos que esta experiencia tiene que ser algo que podamos ofrecer”, afirma Lezama. La decisión de prestar este servicio la tomaron como comunidad, muy animados tras ver que otras actividades pastorales, como reuniones, catequesis, grupos de oración o clases, están realizándose en línea mientras dure la actual contingencia.
Por: Sebastián Sansón Ferrari
Fuente: www.vaticannews.va
