Describa su experiencia como voluntario
En 2018 trabajé como voluntario durante 12 meses en la Escuela Técnica Don Bosco (DBTS) en Phnom Penh, Camboya. Enseñé inglés a estudiantes de segundo año, aunque en el transcurso de 12 meses mi servicio diario cambió dependiendo de la cantidad de estudiantes y la asistencia. Además de la enseñanza, viví con la comunidad salesiana de la escuela, formada por salesianos sacerdotes, coadjutores y voluntarios. El DBTS también acoge a niños y niñas y un pequeño grupo de estudiantes de secundaria y sus actividades - trabajo, deportes, recreación, oración y estudio- llenaron la mayor parte de mi tiempo extracurricular.
¿Cuál fue una de las mayores alegrías?
He tenido muchas alegrías, especialmente en lo que respecta a las relaciones que pude desarrollar con mis alumnos y con los profesores.
¿Cuál fue el mayor desafío?
Recuerdo que en las primeras semanas me sentí abrumada, inmersa en un nuevo idioma, un nuevo entorno y nuevas expectativas culturales. En cuanto a los principales desafíos, sin embargo, se referían a la continua confrontación con las duras realidades que muchos de mis estudiantes tuvieron que vivir o siguen viviendo, a menudo escondiéndolos detrás de una actitud tímida en clase.
Describa algo que haya aprendido
Es difícil de explicar con palabras... Creo que la mejor manera de decirlo es que he aprendido a ser más humana. El entorno en el que constantemente me pidieron que sacara a relucir mis talentos y los compartiera.
¿Cómo afecta esta experiencia a tu vida hoy en día?
Mi experiencia en DBTS todavía ocupa una parte muy importante de mí, incluso casi un año después de mi regreso. Creo que mi experiencia en Camboya sigue influyendo en el camino de mi vida.
¿Qué significa para ti Don Bosco después de esta experiencia? ¿Qué puede ofrecer al mundo hoy?
Mi año de voluntariado en Camboya ha influido mucho en mi comprensión de Don Bosco y en mi amor por él y por la Congregación. El DBTS es muy diferente de los otros institutos técnicos de Phnom Penh, porque a través de la formación da a los alumnos un espíritu de amor y fidelidad a Don Bosco que está presente en toda la escuela. Don Bosco todavía tiene mucho que ofrecer al mundo de hoy, porque los jóvenes todavía necesitan saber cómo ser amados.
Fuente: AustraLasia