El Rector Mayor ha iniciado las actividades visitando el antiguo hospital de leprosos de Coloane, en donde por muchos años trabajó el gran misionero salesiano Don Gaetano Nicosia.
Al lado de aquel poblado, ahora se levanta una estructura salesiana en la que se encuentran dos escuelas: una de los Salesianos de Don Bosco, la otra de las Hijas de María Auxiliadora. Además de un internado para 61 jóvenes y un gran campo educativo.
Al concluir el encuentro cordial y afectuoso con los jóvenes y sus educadores, el Rector Mayor bendijo su nuevo oratorio, dedicado al primer misionero salesiano de Macao, san Luigi Versiglia. "Espero que este nuevo oratorio, gracias a la presencia de los salesianos entre los jóvenes, se vuelva una verdadera y auténtica casa", afirmó Don Artime.
El día continuó con dos hermosos momentos de convivio, antes con los jóvenes y después con los miembros de la Familia Salesiana. Los primeros le preguntaron cuál es la finalidad de la propia vida y cómo enfrentar el problema del bullying o las intimidaciones.
El Rector Mayor entonces les animó a buscar la verdadera felicidad y a cuidar a las personas que uno más quiere. Y añadió que cada uno debería asumirse las propias responsabilidades, sea en la búsqueda de la felicidad, sea en el empeño personal contra el bullying.
En cambio poco después, en el encuentro con más de 150 miembros de la Familia Salesiana, Don Artime subrayó la necesidad de la comunión entre los diversos grupos. Les exhortó así a mantener el corazón joven para estar cerca de los jóvenes y acompañarles. "Es simple pero fundamental. Solo así, con nuestra presencia y nuestro acompañamiento podremos educar a los jóvenes hacia el bien y ayudarles a que descubran sus vocaciones", dijo.
Claramente no podía faltar la celebración de la misa, durante la cual Don Artime subrayó que el proyecto de Don Bosco fue verdaderamente inspirado y asistido por Dios. "Nadie podía imaginar que un pequeño oratorio en Valdocco, Turín, se habría vuelto una casa, un patio y una escuela para los jóvenes de todo el mundo". Así hoy, cada miembro de la Familia Salesiana está llamado a llevar adelante esta misión, para que los jóvenes puedan encontrar a Jesús.
Anthony Pun, SDB