Antes de llegar al Centro de Formación Profesional "Don Bosco", ubicado dentro del campo de Palabek, pero a nueve kilómetros de la comunidad salesiana dentro del campo, el Rector Mayor hizo una breve visita a la casa de las Hermanitas de María Inmaculada de Gulu, religiosas de la Familia Comboniana que trabajan en estrecho contacto con la misión salesiana en Palabek. Allí bendijo a la comunidad local.

Posteriormente, bendijo e inauguró la nueva "Iglesia de la Resurrección" de Palabek, en una solemne Eucaristía concelebrada también por varios sacerdotes salesianos. En la homilía expresó su aprecio por la presencia de la Familia Salesiana en el campo, por el gran trabajo realizado por sus hermanos en esa realidad, y por la población misma de Palabek, que ha recibido a los salesianos con alegría. "Este es solo el comienzo de la misión salesiana entre ustedes: hemos prometido hacer mucho más por ustedes", afirmó el Cardenal Fernández Artime.

Luego, continuó, exhortando a los fieles presentes: "Debemos responder al amor de Dios por nosotros en cada momento". Y al final de la homilía prometió orar por todos los residentes en el asentamiento de refugiados de Palabek.

Después de la celebración eucarística, el Arzobispo Titular de Ursona visitó el Instituto Técnico Salesiano, deteniéndose en cada taller: peluquería, reparación de motocicletas, sastrería, soldadura, agricultura, tecnologías de la información y la comunicación, construcción, electricidad/energía solar y carpintería. Quedó particularmente impresionado por el trabajo salesiano realizado entre la población pobre en el asentamiento y expresó su admiración por la tarea iniciada.

Por la tarde, el X Sucesor de Don Bosco realizó una extensa visita al campo para conocer acerca de la vida cotidiana. Allí se encontró con una catequista que ayuda a los refugiados a crecer espiritualmente y conocer acerca de su vida cotidiana.Cuando el Cardenal Ángel Fernández Artime llegó a la capilla "St. Mary", la catequista realizó para él una tradicional costumbre de la tribu Nuer del Sudán del Sur, que consiste en el "lavado de pies" de los ilustres visitantes, como símbolo de hospitalidad y cálida bienvenida.

La jornada concluyó con una velada titulada "En medio de ustedes, me siento bien", en la que varios grupos de oratorios salesianos activos en el asentamiento se presentaron con música, danza y teatro. Después de los espectáculos y las diversas representaciones culturales, el Rector Mayor impartió su solemne bendición a los presentes.

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