La solemne celebración eucarística concelebrada, en la Basílica del Sagrado Corazón, fue presidida por el Padre Pierluigi Cameroni, Postulador General para las Causas de los Santos de la Familia Salesiana, que en su homilía subrayó cómo Monseñor Cognata fue un verdadero discípulo de Cristo. Cognata fue un verdadero discípulo de Cristo, el Cordero inmolado, encarnando la pasión apostólica de Da mihi animas cetera tolle, en la dimensión oblativa, ofreciendo su vida por la conversión de su padre afiliado a la masonería, sufriendo calumnias y la injusta condena de ser destituido del orden episcopal, el alejamiento de la diócesis y de las hermanas que fundó. Lo que más consoló a monseñor Cognata en aquel inicio de su episcopado fue la benevolencia que le demostró Pío XI, que le recibió con su familia y el representante de Bova, y le regaló una magnífica cruz de oro, que sería su silenciosa y oculta compañera durante los largos años de humillación y silencio.
En la concelebración del 23 de abril, a las once de la mañana, estuvieron presentes numerosas Hermanas Salesianas Oblatas del Sagrado Corazón, procedentes de las diversas misiones esparcidas por Italia y encabezadas por la Madre General, Sor Graziella Benghini, que al inicio de la celebración transmitió su saludo y la alegría de celebrar este aniversario en un lugar tan significativo para la historia del fundador y de la congregación.
Por la tarde, en el Instituto de las FMA en Via Marghera (Roma), la conmemoración continuó con un documentado y apasionado reportaje del Dr. Antonio Chilà, periodista, sobre la dramática situación que el joven obispo encontró al entrar en la diócesis de Bova y la obra de renovación que inició inmediatamente, culminando, seis meses después, con la fundación de las Salesianas Oblatas del Sagrado Corazón. Su episcopado, de hecho, se caracterizó por un gran celo pastoral para asistir a una situación social y religiosa marcada por una gran pobreza y abandono.
La jornada concluyó con la interpretación musical de "La santidad de la dulzura" a cargo del "Grupo vocal Charmonie" de Tivoli. Escrito y musicado por Rita Gentili, Sara y Silvia Narzisi, con orquestación de Giovanni Proietti Modi, el espectáculo exalta el carisma, la fe y el testimonio heroico del obispo Giuseppe Cognata.
La grandeza de Mons. Cognata está bien resumida en las palabras de Monseñor Antonio Mistrorigo, obispo de Treviso, amigo y ferviente defensor de la inocencia del obispo salesiano: "Siempre he admirado en él la serenidad de quien ya ha pasado a vivir en Dios, olvidando todo lo demás. He admirado, además de su serenidad, la alegría que brotaba espontáneamente de su espíritu y alegraba siempre su compañía. Admiré su altura espiritual, que le hacía pensar en las cosas de allá arriba y buscar solo las cosas de allá arriba. ¡Gran alma! ¡Alma rara! Gloria a su familia salesiana y a toda la Iglesia".
https://www.infoans.org/es/secciones/noticias/item/17824-rmg-90-aniversario-de-la-ordenacion-episcopal-del-siervo-de-dios-monsenor-giuseppe-cognata#sigProIdf658f0c28d