Como primera actividad de apoyo, a estas personas se les dio agua para refrescarse después de las largas caminatas para escapar de los enfrentamientos armados. Además, para reforzar la seguridad nocturna, se suministró energía eléctrica al lugar, tomada de la casa salesiana.
Cien niños menores de cinco años, incluidos una docena de recién nacidos y sus madres acompañantes, reciben una sopa sustanciosa todos los días. Unos 110 niños con edades comprendidas entre los 6 meses y mayores de 4 años obtuvieron tratamiento farmacológico y profiláctico para la eliminación de lombrices y parásitos, ofrecido por el personal médico de la clínica Ngangi Center. Además, más de 80 familias reciben diariamente una ración seca de arroz enriquecido con diversos condimentos.
Chispas de caridad y compasión alcanzaron también a una veintena de ancianos, incluidos dos octogenarios del lejano territorio de Rutshuru, quienes fueron recibidos en el centro salesiano. Estos últimos, en efecto, no habían encontrado lugar en el sitio ocupado por los desplazados, por lo que se encontraban en una condición de extrema vulnerabilidad; ahora, sin embargo, su situación se está estabilizando gradualmente.
Mejora también la salud y el equilibrio psicofísico de algunas mujeres viudas, dos de las cuales son madres de ocho niños menores de diez años, quienes son atendidas en el centro Don Bosco.
Muchos pequeños gestos hacia los "pequeños" corresponden a muchas vidas salvadas, y parecen dar plena vigencia al modelo de acciones virtuosas indicado por Jesús en su famosa parábola sobre el juicio final (Mt, 25)
Al mismo tiempo, también es necesario frenar las causas de injusticia que están provocando esta situación. Durante su última visita a Goma, a finales de noviembre, el padre Guillermo Basañes, Inspector de los salesianos de la Inspectoría “Maria Santissima Assunta” de África Central, hizo una dura advertencia: “¡La guerra mata, pero también mata la indiferencia!”. Luego, animó los gestos de compasión y apoyo realizados por sus hermanos en el campamento de desplazados de Kanyaruchinya, a unos diez kilómetros al norte de Goma, y en el campamento "Don Bosco Ngangi".