En la instancia del Capítulo Inspectorial se quiere discernir y diseñar los caminos que los conduzcan al Uruguay Salesiano que sueñan construir juntos, itinerario que contempla la consulta a salesianos consagrados, laicos y jóvenes (menores de 26 años) a través de fichas, preparadas según los destinatarios, con dinámicas de oración, reflexión y preguntas para guiar los aportes. También forma parte del camino la Asamblea Precapitular, la cual contó con la participación del Consejero Regional para el Cono Sur de América, padre Gabriel Romero sdb, quien concluyó su visita canónica a Uruguay.
En las instalaciones del Instituto Juan XXIII la Asamblea comenzó a las 18 h con la oración que, animada por el grupo de “Hay Algo Más”, permitió a los participantes tomar contacto con la mística de esta instancia de encuentro.
Seguidamente, en el Auditorio del Instituto Salesiano de Formación (ISF), el padre e Inspector, Alfonso Bauer SDB, dio la bienvenida e invitó a los presentes a retomar en el camino capitular la imagen del fuego, presente en el PEPSI, y a reflexionar sobre “cómo está nuestro fuego, nuestra vida y nuestra interioridad. Cómo tocar ese lugar más auténtico, desde Dios, desde nuestro carisma”. El Padre Inspector animó a avivar el fuego en cada uno y en cada una, en las comunidades educativo pastorales aunque “a veces puede estar apagado o con falta de aire porque no dejamos entrar a ese Espíritu que nos renueva”.
El padre Bauer explicó que el Capítulo Inspectorial es tener una pausa, que se nos ofrece cada tres años “para ver dónde estamos parados, analizar nuestra misión, quiénes somos, cómo estamos, qué nos están pidiendo Dios y la realidad (que siempre es dinámica y cambiante para responder con fidelidad a SU querer con ese discernimiento).
El padre Bauer señaló tres condiciones del camino capitular que se encuentran interrelacionadas.
Por un lado, la SINODALIDAD, puesto que “este camino se hace juntos”. “Somos muchos los que vamos caminando en este vasto movimiento en favor de los jóvenes”, subrayó, y planteó la necesidad de considerar cómo capitalizar esta fuerza en bien de la misión.
En segundo lugar -añadió el padre Bauer- el camino supone DISCERNIR: “Ponernos a la escucha de lo que Dios quiere de nosotros, en nuestra realidad inspectorial, en nuestra misión”, enfatizó. “El punto de partida es: ¿qué es lo que Dios quiere de nosotros? ¿cómo nos está hablando en esta realidad? Se trata de captar esa realidad del Espíritu, y para eso debemos predisponernos a la escucha y a ese intercambio, a dar nuestra opinión, volcar lo que pensamos para discernir lo que Dios quiere y cómo va hablando. No es fácil. Muchas veces tomamos decisiones y no hacemos discernimiento, porque llegar al discernimiento quiere decir estar convencidos de que aquello a lo que llegamos viene de Dios. Y yo lo acepto, hago mía esa decisión y me comprometo a ponerla en práctica”.
La tercera condición señalada por el padre Inspector es la CORRESPONSABILIDAD, “que nace también del discernimiento, ya que el discernimiento nunca termina cuando se llega a una decisión sino cuando ponemos en práctica esa decisión”. “Cada uno es responsable en el lugar donde está de que eso que discernimos -proyecto de Dios- yo lo puedo animar”, puntualizó.
Tras las palabras del Padre Inspector, el regulador, Padre Sebastián Ferreyra, y la Lic. Sofia Gutfraind, integrante del equipo coordinador del Capítulo, presentaron los aspectos medulares del camino capitular: el objetivo, el proceso efectuado hasta el momento y lo que queda por recorrer.
LA MIRADA DEL CONSEJERO REGIONAL
Seguidamente, el padre Romero ofreció su mirada sobre la misión salesiana en Uruguay al concluir su visita canónica.
Así, compartió los sueños y esperanzas que ha encontrado en el Uruguay Salesiano, tales como: los deseos de una fraternidad sentida y cuidada; una espiritualidad y conciencia ecológica cada vez más integrados en la propuesta educativo-pastoral; la esperanza de poder encarar con más decisión el trabajo pastoral de acompañamiento de los jóvenes universitarios y el sueño de fortalecer la red de oratorios y la formación de los animadores.
El Consejero también delineó aquello que caracteriza el modo de encarnar el carisma salesiano en Uruguay y destacó la rica variedad de presencias salesianas; el trabajo compartido con los laicos, el buen grupo de laicos profesionales y generosos, adheridos al carisma, la opción por los ambientes populares y jóvenes más pobres. También la fuerte preparación para la inserción en el mundo laboral, la calidad en la preparación del ingreso a la universidad de nuestros bachilleres, el compromiso misionero, el MJS y los oratorios.
El padre Romero concluyó indicando las amenazas que pueden ser un obstáculo para seguir andando, las potencialidades que pueden ayudar a dar pasos en una fidelidad creativa y a qué los invita la Congregación a no perder de vista.
Luego de estos aportes, los participantes fueron invitados a trabajar en equipos para discernir los temas del Capítulo Inspectorial y su abordaje.
La Asamblea culminó con la presentación visual de los temas que surgieron del trabajo en grupos y con una oración a María.
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