Para muchos niños de la selva que no tienen dinero para la comida, que se les hace imposible pagar la mensualidad o comprar el uniforme, que por otro lado; algunos de ellos usan por la primera vez lápices de colores, pinturas o pelotas, gracias a los bienhechores tienen la posibilidad de aprender a leer y escribir, a conocer su país, aprender el inglés, obtener una profesión. Los necesitados son muchos, pero los salesianos hacen todo lo posible para que atender a los más pobres ya que son ellos los que no desperdician las oportunidades recibidas.
Josephine pertenece al oratorio en Kazembe y está en 7mo grado de primaria. Es católica. Vive con sus padres y con sus tres hermanas y tres hermanos. Fue incluida en el programa “Adopción a Distancia”, pero se dieron cuenta que la niña había sido vendida por sus padres a un hombre de 34 años por 300 kwacha (30 dólares). Josephine se presentó a comisaría. El P. Slawomir fue a la casa de niña para hablar con su madre, quien a su vez, pidió perdón a su hija y rompió el contrato con el hombre.
Uno de los motivos por los que los padres deciden tomar este tipo de decisiones es pobreza extrema en la que viven. Ahora Josephine puede estar tranquila hasta la finalización de sus estudios porque tiene el apoyo de “Adopción a Distancia”. La niña vive lejos de la obra salesiana y se encuentra a una hora caminando; y aun a pesar de ello siempre es la primera que llega para participar en la Eucaristía a las 7 de la mañana. Participa al oratorio por la tarde, y se es la primera en llegar.
El P. Slawomir misionero se siente muy agradecido a Dios por los bienhechores. Gracias a ellos los salesianos pueden apoyar a los más necesitados. “La alegría más grande es ver a los niños caminando con sus camisas blancas y que van a la escuela. Gracias al programa de “Adopción a Distancia” veo también la esperanza en los ojos de sus padres”, declara.