“Desgraciadamente, en Canadá muchos cristianos, incluidos algunos miembros de institutos religiosos, han contribuido a las políticas de asimilación cultural que en el pasado, han dañado gravemente y de diversas formas a las comunidades nativas”, añadió el Santo Padre en dicho Ángelus.
“Desde que fui nombrado nuncio en 2021 –comentó Mons. Ivan Jurkovič, Nuncio Apostólico en el país- he podido vivir inmerso en el ambiente particular que se ha creado en la sociedad canadiense con actitudes muy críticas hacia la Iglesia por su pasado. Eso sí, la Iglesia ha hecho muchas cosas buenas, pero aquí estamos hablando de la participación en la preservación de la identidad cultural de los pueblos indígenas. Aunque los Papas y los obispos han hablado varias veces, explicando y hasta pidiendo perdón, había una necesidad de afrontar el problema de otra manera”.
"Caminando juntos" es, como era de esperar, el lema del viaje -expresado en inglés y francés, los idiomas oficiales de Canadá- en este viaje apostólico número 37 del Pontifice y la cuarta visita de un Papa, después de las de San Juan Pablo II en 1984, 1987 y 2002, para la JMJ de Toronto.
Las actividades del Santo Padre en suelo canadiense comenzaron ayer 24 de julio en el aeropuerto de Edmonton; algunos representantes de las Primeras Naciones, Metis e Inuit -las realidades indígenas reconocidas por el gobierno canadiense- recibieron al Papa vestidos con trajes tradicionales y un canto ritual interpretado a coro.
Hoy lunes 25 de julio, están previstas las dos primeras citas: a las 10 (UTC-6), la visita a los pueblos indígenas en las reservas de Maskwacìs, 100 kilómetros al sur de Edmonton; a las 16.45, nuevo encuentro con los indígenas en la iglesia del Sagrado Corazón en presencia de la comunidad parroquial.
El programa, que incluye una combinación de eventos públicos y privados, con especial énfasis en la participación indígena, prevé aún otras etapas significativas en los próximos días: mañana, 26 de julio Fiesta de los Santos Joaquín y Ana, sentida profundamente por los pueblos indígenas, el Papa Francisco celebrará la Misa en el “Commonwealth Stadium” y por la noche participará en la peregrinación en honor a Santa Ana a orillas del Lac St. Anne.
En cambio el 27 de julio se trasladará a Québec, allí será recibido con una ceremonia de bienvenida en la Residencia del Gobernador General, donde se reunirá con autoridades civiles, representantes de los Pueblos Indígenas y el Cuerpo Diplomático. Siempre en Québec, el 28 de julio celebrará la Eucaristía en el Santuario Nacional de Santa Ana de Beaupré y las vísperas con el clero, los seminaristas y los agentes de pastoral en la Catedral de Notre Dame de Québec.
El 29 de julio por la mañana tendrá un encuentro privado con los miembros de la Compañía de Jesús y posteriormente con una Delegación de indígenas presentes en Québec, antes de partir en avión hacia Iqaluit, al sur del Círculo Polar Ártico.
Allí el Papa tendrá un encuentro privado con algunos alumnos de las antiguas "Escuelas Residenciales", establecidas entre finales del siglo XIX y las últimas décadas del siglo XX por el gobierno canadiense y encomendadas a las Iglesias cristianas locales, incluida la católica, para asimilar culturalmente a los niños indígenas.
El último encuentro, antes de la ceremonia de despedida en el Aeropuerto de Iqaluit y el regreso a Roma, será con jóvenes y ancianos.
“Recemos para que esta peregrinación sea otro paso significativo en el largo camino de sanación, reconciliación y esperanza”, son las palabras del arzobispo católico de Edmonton, monseñor Richard Smith, coordinador general de la visita.
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