El Rector Mayor, muy apegado a él, recordaba con cariño algunos rasgos significativos: “Todos los días, cuando el tiempo lo permitía, iba a ver 'su mar'. Empezó a trabajar como pescador a los 13 años y hasta los 78 siguió acompañando y ayudando a otro joven pescador”.
“Era un hombre sereno y tranquilo, cualidades que quizás cultivó por pasar muchas horas solo en el mar; sencillo, de buen corazón, era un hombre de familia y no necesitaba mucho para ser feliz. Trabajador incansable, en comparación con él me siento un novato frente al maestro”, agregó el P. Ángel.
Luego concluye; “Desde que estaba jubilado, hacía una visita a la Iglesia para saludar al Señor y dar su euro diario por caridad a los pobres. Iba a misa casi todos los días y también el 30 de agosto estuvo presente conmigo en la Eucaristía y en la Novena a la Virgen de Covadonga”.
El funeral tendrá lugar mañana, 16 de septiembre, en la parroquia “Santa María” de Luanco - Gozòn, y se espera la participación de numerosos salesianos de las Provincias españolas.
A partir de ahora, el Rector Mayor agradece a quienes le rodean con su oración y cariño.