Muchas iglesias locales asiáticas también han expresado su cercanía al pueblo sufriente de Myanmar, que ha sido testigo desde febrero de violencia, asesinatos y encarcelamientos. De otro lado, el cardenal coreano Andrew Yeom soo-jung (arzobispo de Seúl, Corea del Sur) invitó a toda la comunidad católica, compuesta por un millón de personas, a realizar una novena de oración por Myanmar, que finaliza hoy, 7 de abril.
También se celebró una jornada de oración el pasado 31 de marzo organizada por la Conferencia Interprovincial de las FMA de Asia Oriental (CIAO en inglés), que incluye 8 Inspectorías y un total de 1.110 hermanas. En esta ocasión, la Provincia FMA de Filipinas y Papúa Nueva Guinea (FIL) puso a disposición su plataforma digital para seguir el evento online.
Las Inspectorías Salesianas y la Asociación de Salesianos Cooperadores de muchos países pertenecientes a la Región Asia Oriental-Oceanía respondieron al llamado a la oración y a la solidaridad. Así en muchos lugares la actividad de oración se intensificó especialmente durante los días de Semana Santa.
En estos meses difíciles para Myanmar, a través de los medios católicos y de las redes sociales, hay muchas historias de esperanza que se suceden. El pueblo birmano está mostrando un gran coraje y determinación, mostrándose dispuesto a sufrir por la libertad y por un futuro mejor para el país.
En las últimas semanas, las respuestas de los ciudadanos a la violencia se están volviendo cada vez más creativas: se golpean los tambores, se protesta derramando la basura en los lugares públicos, se apela a las Naciones Unidas en las calles de Yangon. Todo esto siempre a través un movimiento de desobediencia civil.
Hace unos días, el Papa Francisco también compartió su solidaridad con el pueblo sufriente de Myanmar, a quien visitó personalmente hace unos años. "Me arrodillo con ustedes en las calles de Myanmar", dijo el Santo Padre.
Por eso, la oración por la paz en este País no cesa y crecen los llamamientos a los líderes mundiales, para que respondan al grito de quienes sufren.
