La enfermera Géssyca Santiago es responsable de la salud indígena en la aldea “Cuerpo de Cristo”, donde viven unas 100 personas. Allí, detectó un grave problema de salud. “Vimos que los casos de diarrea en la comunidad habían aumentado durante la temporada de lluvias porque el agua del río que usan para beber, cocinar, bañarse, lavar la ropa es muy sucia y fangosa”, expresó.
Los habitantes de algunos de los pueblos de Campinápolis ya tienen agua de pozos artesanales, algunos perforados por equipos dirigidos por el Salesiano Alois Würz del Proyecto AMA, y otros por SESAI - Secretaría Especial de Salud Indígena. Pero las familias de la aldea de “Cuerpo de Cristo” siguen recibiendo agua del río São Felipe, que atraviesa la región.
Para solucionar el problema los agentes pastorales realizaron una serie de pautas sobre cómo proceder a la hora de utilizar el agua recogida del río. En primer lugar, se distribuyó información y algunas cucharas para que aprendan a preparar suero casero; y posteriormente se distribuyeron filtros de arcilla. Estas dos iniciativas han logrado frenar los casos de diarrea.
Según el Salesiano Diácono José Alves, el material fue obtenido a través de donaciones de benefactores y amigos que trabajan en favor de los indígenas.
“Es muy triste que lleguemos al pueblo y veamos niños desnutridos y no podamos hacer nada. Nos vamos con el corazón angustiado. Luchamos para que el niño no sufra desnutrición. Una vez que se detecta la desnutrición, es más difícil salir de esta situación ofreciendo alimentación y alguna medicina”, dice la voluntaria Deusmira Moreira.
Los pueblos indígenas de Campinápolis forman parte de la Parroquia Santo Domingo Savio, que tiene como párroco al P. Bartolomeo Giaccaria, SDB. La participación de la Misión Salesiana de Mato Grosso es reconocida por la comunidad y las autoridade. "Es una alegría poder contar con el apoyo de los Salesianos y de los equipos de salud. Sin este apoyo, no somos nada”, explica Moreira.
“Quiero dar las gracias a los Salesianos. Con esta ayuda, podemos hacer más y más. Es un gran honor para mí poder salvar vidas. No solo para los niños, sino también para las mujeres embarazadas y los ancianos”, reiteró Deusmira.
Por: Euclides Fernandes