Durante los trabajos los participantes profundizaron el documento "Economía al servicio del carisma y de la misión", redactado por la Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica (CIVCSVA) - el dicasterio vaticano que se ocupa de la vida consagrada - junto a otras contribuciones que llegaron desde la Santa Sede, como la carta circular "Líneas para orientarse en la gestión de los bienes en los Institutos de vida consagrada y en las Sociedades de vida apostólica, siempre de la CIVCSVA; y las "Consideraciones para un discernimiento ético de algunos aspectos del actual sistema económico financiero" de la Congregación para la Doctrina de la fe y del Dicasterio para el Servicio del desarrollo humano integral.

Por este motivo la primera intervención estuvo a cargo de Mons. José Rodríguez Carballo, OFM, ya ministro general de la Orden de los Frailes Menores, 119º sucesor de san Francisco de Asís y hoy secretario de la CIVCSVA. En este rol le fue solicitado ilustrar la "mens" del documento y sus rasgos esenciales, para indicar a quien trabaja en el sector cómo operar siendo fiel a la misión de la Iglesia y al carisma propio de la Congregación.

En sus palabras en Rector Mayor llamó a todos los presentes a entender la importancia de la misión compartida entre salesianos y laicos - indicada también por la paridad numérica de los dos grupos - y subrayó el rol de la economía para sostener a la misión. Así recordó diversas experiencias personales, indicando lo que significa ser fieles a Don Bosco en el ejercicio de las actividades económicas y ofreció algunos criterios esenciales para tomar decisiones efectivas en la materia.

A través de las numerosas relaciones de expertos, de la Familia Salesiana y no, fueron enfrentados algunos aspectos y particulares, como los instrumentos de planificación y control; la relación entre entes eclesiásticos y el tercer sector; la gestión de las personas, entre contrato y don, y la responsabilidad en todos los niveles.

En la homilía de la misa conclusiva, el P. Igino Biffi, inspector de Italia Noreste y coordinador de los trabajos, señaló: "Nos encontramos en Asís al lado de San Francisco. Estamos en un lugar santo porque santificado por un hombre que hizo del Evangelio su regla de vida... Y Don Bosco nos invitaba a la pobreza. Sobre el tema económico debemos interrogarnos: ¿Qué haría hoy Don Bosco en nuestro lugar? Debemos plantearnos esta pregunta también sobre la gestión de nuestras obras".

Y concluyó: "San Francisco nos ayude a hacer de manera tal que la economía salesiana sea el arte para custodiar la pobreza, para poder revestirnos nosotros y los jóvenes de la única verdadera riqueza: Jesús. El es lo esencial".

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