Los invitados a la mesa redonda inspiraron el trabajo. La primera ponencia estuvo a cargo del P. Giulio Albanese, misionero Comboniano y periodista, fundador de “Missionary Service News Agency” (MISNA) y actualmente Director de “Popoli e Missione” y “Il ponte d’oro”; y la Srta. Rita Marchetti, Profesora de Teorías y Técnicas de los medios digitales en la Universidad de “Perugia”.
El P. Giulio invitó a los presentes a ser comunicadores alertas y conscientes: “a pesar del poder y la fuerza de la información, la verdad es que no sabemos casi nada de la aldea global. La información que nos llega está controlada, no siempre respetuosa de la realidad y la diversidad - y continuó - Ocupándome del periodismo y abriéndome a las redes sociales he descubierto una verdad: la comunicación es misión y la misión es comunicación". Ha centrado la combinación comunicación-misión desde un punto de vista teológico: “Jesús es la Palabra de Dios que realiza aquello que anuncia (Dabar), y Él es la buena noticia de Dios para nosotros. Estamos llamados a anunciar y comunicar lo sucedido".
La Profesora Marchetti mostró cómo la Iglesia es una realidad totalmente noticiable. La llegada de las redes sociales ha dado a la Iglesia la oportunidad de aumentar sus comunicadores que se cuentan por miles de usuarios, jóvenes, personas mayores, que operan y anuncian en la red.
Luego de las ponencias, el tema “Comunicación y misericordia” fue profundizado desde diferentes perspectivas en sesiones paralelas, desde temas de los refugiados; pasando por temas sobre los suburbios de Roma; los refugiados acogidos en Roma; los presos; y las víctimas de la trata.
El segundo día se dedicó principalmente a laboratorios que a través del análisis de los medios, ayudaron a los participantes a entender cómo los medios tradicionales como el teatro, el arte y la comunicación humana pueden comunicar la Misericordia.
Las palabras finales del P. Filiberto González, Consejero General para la Comunicación Social, invitó a los participantes en formación de la Familia Salesiana a ser sabios educadores y apóstoles intrépidos de los jóvenes, al igual que Don Bosco.