Fuera de la piscina, se confirma que el menor está en peligro. Alejandro notó algo raro cuando el niño entró en la piscina. “Me di cuenta de que llevaba más de 5 segundos metido en el agua, que no buceaba, que no hacía nada. Me acerqué y me tiré por él. Estaba inconsciente, con los ojos en blanco y la boca llena de espuma», asegura Alejandro en declaraciones a Telemadrid. El joven socorrista mantiene la calma y le practica al menor la maniobra de Reanimación Cardiopulmonar (RCP).
Son las 16:20 y en el centro de Emergencias 112 ya han recibido el aviso de que un niño presenta síntomas de ahogamiento en una piscina. Cuando la UVI móvil del SUMMA llega al lugar, ya no hay prácticamente nada que hacer. El niño ha salido de la parada cardiorrespiratoria gracias a la actuación de Alejandro. No obstante, los sanitarios deciden estabilizar al menor y lo trasladan al hospital.
El protagonista de esta hazaña es Alejandro Cuenca, tiene 20 años y es alumno salesiano, actualmente cursa un Ciclo de Grado Superior de FP de Enseñanza y Animación Sociodeportiva en el Colegio Salesiano Domingo Savio, de Madrid, centro al que accedió desde la Formación Profesional Básica.
Recordando su actuación en una entrevista para Telemadrid, Alejandro habla de la importancia de la formación en estos casos. Eso sí, su deseo es no verse en la necesidad de actuar de nuevo como un héroe: «Es la primera vez en mi vida y espero que sea la última, que no me vuelva a pasar».
Según ha explicado el servicio de Emergencias Comunidad de Madrid “la intervención de Alejandro fue providencial, pues consiguió revertir la parada gracias a su rapidez y profesionalidad”.