Queridos amigos,
Me entristece mucho tener que escribir estas pocas líneas sobre los espantosos acontecimientos que tuvieron lugar la mañana del Domingo de Pascua, el 21 de abril de 2019, en Sri Lanka. Aunque probablemente ya estén al tanto de una tragedia de grandes proporciones, me gustaría compartir con ustedes alguna información al respecto.
Las devastadoras explosiones dejaron la isla en luto. Eran las 8:45 de la mañana de Pascua y las dos posteriores horas más tarde. Se trataba de la iglesia de San Antonio en Colón, la iglesia de San Sebastián en la ciudad costera occidental de Negombo y otra iglesia en la ciudad oriental de Batticaloa alrededor de las 8:45 (hora local), mientras se decían las oraciones del domingo de Pascua.
Se registraron tres explosiones en hoteles de cinco estrellas: Shangri-La, Cinnamon Grand y Kingsbury. Según el informe de la ONU, al menos 45 niños se encuentran entre las más de 359 víctimas de atentados suicidas en Sri Lanka. Tres policías murieron en una explosión. Un promedio de 38 personas que fallecieron eran extranjeros, algunos de ellos eran ciudadanos estadounidenses, australianos, bengalíes, británicos, chinos, daneses, holandeses, indios, japoneses, portugueses, saudíes y turcos.
La oficina del presidente declaró el lunes 22 de abril la Ley de Emergencia y que entraría en vigencia a partir de la medianoche, dando a la policía amplios poderes para detener e interrogar a todos los sospechosos sin una orden judicial. Los ataques marcaron el fin de la calma que había persistido en esta isla del Océano Índico desde el final de la amarga guerra civil hace 10 años.
Los agresores pusieron en la mira a las multitudes de personas compuestas por un gran número de ancianos, mujeres y niños. Los conteos oficiales solo toman en cuenta a aquellos que han muerto o han sido heridos. Sin embargo, no tienen en cuenta a los que han desaparecido o que pueden haber sido desgarrados por explosiones hasta el punto de no dejar partes del cuerpo identificables.
Las autoridades de Sri Lanka han dicho que un pequeño grupo islamista radical, el National Thowheeth Jama'ath (NTJ), llevó a cabo los ataques con la ayuda del grupo militante internacional ISIS. Tras los ataques, los servicios de seguridad de Sri Lanka detuvieron al menos a 59 sospechosos. El gobierno inició operaciones de socorro junto a organizaciones de la sociedad civil.
No hay casas salesianas o casas de las Hijas de María Auxiliadora que hayan sido directamente afectadas por las bombas, sin embargo; todavía tenemos que evaluar si algunos de nuestros feligreses o exalumnos se encuentran entre las víctimas, entre los muertos o los heridos.
Gracias, sinceramente
P. Joseph Almeida, SDB,
Superior de la Visitaduría de Sri Lanka
