Los salesianos, que hace dos años ya habían presentado los resultados de sus investigaciones históricas en la “European Academy of Religion” a través de una conferencia sobre la obra salesiana en Europa en la primera mitad del siglo XX, pudieron presentar la epopeya misionera salesiana en la Patagonia a través de la película de Salvatore Metastasio.
El filme documental cuenta la historia del viaje de dos italianos que se encuentran en Punta Arenas, en Chile, y luego continúan juntos hasta el Cabo Froward. El más joven, Diego, quiere conocer el mundo de los indios Yaganes, porque quiere hacer una película sobre Darwin y su amistad con Jemmy Botton, el indio que estuvo a bordo del bergantín "Beagle" en su famoso viaje de 1832. En cambio, el anciano Alessandro nos narra que se dirigió a la Patagonia para seguir los pasos del sueño de Don Bosco en aquella tierra, que un salesiano le había narrado cuando era niño. El viaje dará lugar a una amistad entre los dos, pero alimentada por malentendidos.
Es el choque entre ciencia y fe, donde el joven afirma una visión positivista de la vida, mientras que en el anciano emerge una visión que no puede descuidar la parte más fecunda de la vida: la que hace que el hombre se sienta parte de un todo, criatura entre las criaturas y a la espera de una "revelación", y que lleva a la reflexión sobre el sentido de la Cruz, vista no solo como un símbolo religioso (para los creyentes), sino sobre todo como un símbolo universal de contacto entre el cielo y la tierra.
El filme documental finaliza confiando a cada uno un mensaje particular: “No puedes ver el infinito si no lo tienes en tu corazón”.