Todo santo, beato, venerable, siervo de Dios es portador de una riqueza de aspectos que deben ser considerados y valorados. Se trata de contemplar un diamante con múltiples caras, unas que son más visibles y atractivas, otras menos inmediatas, pero no menos verdaderas y decisivas. Conocer y dar a conocer a estas extraordinarias figuras de creyentes genera una progresiva implicación en su propio camino, un apasionado interés por sus vidas, un alegre intercambio de proyectos y esperanzas que animan sus pasos.
Será sin duda de gran interés para la Familia Salesiana, y especialmente para los 15 grupos del gran árbol genealógico, ver a algunos de sus miembros implicados en uno de estos procesos. Como escribió Don Rúa en una carta a los directores salesianos en febrero de 1888, pocos días después del sepelio del cuerpo de Don Bosco en Valsalice: “De ahora en adelante nuestro lema de orden sea: la santidad de los hijos sea prueba de la santidad del padre”.
El Aguinaldo del Rector Mayor para este año es una fuerte invitación a conocer y apreciar este precioso patrimonio y a estimular renovadas intenciones de santidad. El Rector Mayor escribió: “Mis queridos hermanos y hermanas, con toda seguridad me permito afirmar que la mayor necesidad y urgencia que tenemos hoy en nuestro mundo salesiano no es el de hacer más cosas, diseñar y proyectar nuevas realidades, iniciar nuevas presencias…, sino el ver qué comunican nuestras vidas personal y comunitariamente, como Evangelio que se despliega en el tiempo39, prolongación del modo de vivir y de actuar de Jesús. En definitiva, lo que está en juego es ¡nuestra santidad!”
Esta ayuda puede ser también un instrumento para crecer en el conocimiento, la oración y la imitación de estos testigos del Evangelio y del carisma salesiano en el mundo.
En la página web se pueden encontrar los dossiers y la versión actualizada del Poster de la Santidad.