El Pontífice articula su exhortación a través de 177 puntos, desarrollados en 5 capítulos. En el primero se destaca el asunto fundamental de la exhortación: la santidad no es otra cosa respecto a la vida cotidiana, sino la vida ordinaria vivida extraordinariamente. Por eso el Papa cita ejemplos de santidad diaria: "padres que hacen crecer a sus hijos con tanto amor", "hombres y mujeres que trabajan para llevar pan a casa", "religiosos de edad avanzada que siguen sonriendo"...
En el segundo, el Papa presenta dos peligros para la santidad: el gnosticismo y el pelagianismo. Del principio, al que atribuye un valor excesivo al conocimiento religioso, el Papa advierte contra el riesgo de "transformar la experiencia cristiana en un conjunto de elucubraciones mentales"; mientras que respecto al segundo denuncia una actitud que hace que se cuente "únicamente con sus propias fuerzas", olvidando que "la falta de un reconocimiento sincero, sufriente y orante de nuestros límites es lo que impide a la gracia actuar mejor en nosotros."
En el tercer capítulo analiza el Papa la que puede considerarse como la "regla" de la vida cristiana, las Bienaventuranzas, y examinándolas una a una se manifiesta cómo es precisamente a través del cumplimiento de las actitudes que se sobreentienden como se manifiesta la santidad.
En el cuarto capítulo, el Papa Francisco presenta algunas características especialmente adecuadas para el mundo de hoy en día, que los cristianos pueden hacer suyos en el camino de la santidad. Se extiende desde las más predecibles - la oración constante, resistencia, paciencia, dulzura - a otras quizás menos esperadas - la alegría y el sentido del humor, por ejemplo - sin olvidar la necesidad de actuar con valentía y fervor, en un camino que se hace siempre en comunidad.
Finalmente, en el último capítulo, el Papa no niega que el camino a la santidad también está hecho de combate: contra la mentalidad mundana, contra las propias inclinaciones desordenadas, pero también claramente contra el maligno.
El video de la conferencia de prensa está visible en YouTube.
El texto de la exortación se encuentra disponible en el sitio web de la Santa Sede.