La Iglesia de Santa Sofía en Roma fue deseada por el Arzobispo Mayor Cardenal Josyp Slipyi, Cabeza de la Iglesia Greco-Católica Ucraniano, duramente perseguida por el régimen soviético, y el año 1963 finalmente pudo salir del gulag soviético, tras 18 años de cautiverio. La Iglesia fue consagrada solemnemente el 27-28 de septiembre de 1969 por el mismo Cardenal Slipyi, en presencia del Papa Pablo VI. El Papa San Juan Pablo II en 1998 la erigió como Basílica menor. El encuentro del Papa Francisco con los migrantes y peregrinos de Ucrania será un signo de su solicitud pastoral hacia la Iglesia Greco-Católica Ucraniana y su proximidad al pueblo ucraniano.
El Papa Francisco conoce bien la historia de este pueblo. Y conoce gracias a un salesiano, el P. Stepan Czmil que llegó a Buenos Aires como misionero para trabajar con los fieles de Ucrania en 1949 y fue un educador en el Instituto Salesiano de Ramos Mejía, donde aquel entonces estudiaba el joven Jorge Mario Bergoglio.
Mons. Czmil Stepan fue el primer salesiano Greco-Católica Ucraniano, y fue el iniciador de toda la rama de los salesianos de rito Greco-Católica Ucraniano. El 2 de abril 1977 fue consagrado obispo, junto con Liubomyr Husar e Ivan Choma, en absoluto secreto, por el Cardenal Slipyi, para evitar que los espías soviéticos tengan conocimiento.
Mons. Czmil murió en Roma el 22 de enero de 1978 a la edad de 63 años y nueve meses de Ordenación Episcopal en secreto. Dio pruebas de la vida consagrada salesiana, vivió plenamente en la fidelidad diaria a la dedicación incansable, se dedicó a la fundación de la rama oriental bizantina de los Salesianos, se distinguió en el trabajo Apostólico en Argentina entre los fieles ucranianos y en el trabajo educativo y pastoral entre los jóvenes ucranianos en Roma en el Pontificio Seminario Menor de Ucrania. Un hijo fiel de Don Bosco que ha hecho todo lo posible para amar y servir a la Congregación, a la Iglesia y a su gente maltratada por el régimen comunista soviético.
Se estudia la posibilidad de proceso de beatificación.