“Cuando ves festejar a mucha gente y su corazón llora por no estar invitados por los familiares, la Navidad se convierte en el peor día del año” - me confió Mickaël, un muchacho de 13 años. Para aquellos que no tienen a nadie con quien celebrar, ¡la Navidad es el día que se debe reprimir el dolor de no ser amados como quisiéramos!
Recuerdo las muchas vacaciones navideñas que pasé en los hogares sociales para menores que dirigí. En las semanas previas intenté contactar algunas familias para ver dónde podían pasar la Navidad algunos de los niños. Y siempre hubo dos o tres para aquellos que no querían. Sin dudad, para estos, aquella noche es la más difícil. Es difícil y doloroso saber que nadie te espera: ni el padre, ni el hermano, ni la hermana mayor, ni el tío, ni la tía, ni el abuelo. Absolutamente nadie. Ciertamente, algunas familias cercanas ofrecieron darles la bienvenida, pero los niños no querían compartir un momento de fiesta con una familia feliz y unida, porque estaban muy tristes dentro de sí mismos. Preferían expresar su sufrimiento dentro del instituto.
Un año hospedé a un adolescente proveniente de otro instituto en Navidad. Este adolescente no compartía la decoración que estaba haciendo un educador, y arrojó una botella de gas al fuego, que explotó e hirió a los que estaban cerca. Detrás de los actos de violencia cometidos aquella noche, a menudo se oculta un gran sufrimiento.
Otro año, sucedió que quedó un niño, pues no sabía dónde ir. Aceptó participar de la Misa de medianoche. Escuchamos las palabras del celebrante. Habló enfáticamente sobre el amor que une a las familias en aquella memorable noche. Sentí que aquel pequeño, lloraba desconsoladamente y lleno de dolor. El celebrante no dijo una palabra de aliento para las personas solitarias, que sufren tanto esa noche. Cuando estábamos regresando a casa, traté de ofrecer unas palabras para decirle cuánto lo amaba Jesús, y cuyo nacimiento estábamos celebrando en Navidad, incluso si se sentía abandonado.
Pero, Señor, ¡qué difícil es encontrar las palabras adecuadas para un niño que sufre!
Fonte: Don Bosco Aujourd'hui