Una masa de escombros cayó desde una colina de residuos y arrastró las casas, generando un fuerte estruendo. En cuestión de segundos treinta casas improvisadas fueron enterradas por la inmundicia. Para muchas personas que viven en ese lugar la basura es la principal fuente de ingreso, o quizá la única; pues con ello consiguen reutilizar y revender lo encontrado en medio de la basura.
El “Koshe” – término que se utiliza para llamar a este vertedero en el idioma local, el ‘amárico’, significa "tierra" - es el lugar donde hace más de 40 años se deposita la basura de Addis Abeba y que tiene un promedio de 300 mil toneladas por año. Ya en 2010, las autoridades locales lanzaron la alarma, porque la montaña de basura se expandía hasta llegar a los hogares y a las escuelas.
El “Koshe”, actualmente tiene un panorama completamente diferente y se está construyendo un barrio distinto con el fin de “evitar estos episodios de muerte. Las personas que viven en esos lugares fueron cambiados a otras zonas de la ciudad", manifestó el Sr. Amare Mekonen portavoz de las autoridades.
Los salesianos están trabajando en el mismo barrio donde ocurrió la tragedia, en colaboración con los voluntarios de la ONG “VIS”. El desastre involucró directamente a la Escuela Don Bosco, ya que entre los muertos habían algunos de sus estudiantes, y por ello se cerró la escuela para respetar el dolor y apoyar en la búsqueda de las personas entre los escombros”.
"La tragedia es de enormes proporciones, porque por desgracia, hay quienes ponen a los más vulnerables: los niños y a las mujeres, en actividades de recojo y reciclaje de la basura", comentó a Radio Vaticano Giacomo Spigarelli, director del proyecto en Etiopía para el VIS.