Gracias al compromiso de la ONG humanitaria y de la Procura Misionera salesiana, el envío de comidas ha beneficiado a los destinatarios de cinco programas: una prisión, un hospital, una red de orfanatos, un hospicio para ancianos y centros de formación, y en la primera mitad de 2024 ya ha beneficiado a aproximadamente seiscientas personas.
Uno de los programas beneficiados por este proyecto es la “Casa Sor Emmanuelle”, situada en Kasungami, un municipio anexo a la ciudad de Lubumbashi. La casa se encuentra en un terreno privado y alberga a veinte jóvenes. Sarah Ngoy Kabedi, de dieciséis años, es una de estas jóvenes, que cursa segundo de secundaria, ya que debido a su situación familiar y la falta de recursos para la escuela ha quedado rezagada en sus estudios.
Sin embargo, esto no ha impedido que Kabedi tenga aspiraciones, proyectos y objetivos para el futuro. “Sueño con ser peluquera y esteticista, tener un gran salón, trabajar por mi cuenta y ganarme la vida – cuenta la chica –. Para mí, cuidar el cabello de los demás y peinarlo es una verdadera pasión, además de ser maquilladora, dado que el maquillaje es muy solicitado para diversas ceremonias y ocasiones especiales. Puedo ganarme la vida bien. Un día también podría aprender a peinar el cabello de los hombres para ampliar la posible clientela”.
Sobre la donación de alimentos de la que también se ha beneficiado, Kabedi ha dicho: “Me gusta comer con mis amigos con los que vivo. Sé que las comidas contienen vitaminas que influyen en mi salud y en mi concentración en la escuela. Hoy, gracias a las comidas de Rise Against Hunger, estoy sana. Cada vez que las consumo, siempre tienen un impacto positivo en mi salud, y mi peso corporal actual lo testimonia”.
Los salesianos han trabajado en la República Democrática del Congo durante más de cien años, asegurándose de que los niños, jóvenes y adolescentes más vulnerables no sean dejados de lado. Las escuelas primarias y secundarias y los programas salesianos sientan las bases para su aprendizaje, mientras que los programas comerciales, profesionales y agrícolas ofrecen a muchos jóvenes la oportunidad de un futuro estable, digno y productivo.
Fuente: Salesian Missions