Los cuarenta y ocho participantes comienzan cada día con una “Lectio Divina”, momentos de oración personal y de reflexión. La sesión matutina, guiada por Padre Alfred Maravilla, Consejero General para las Misiones, concluye con el “eco salesiano” a través de la lectura del texto de las “Memorias del Oratorio” o de otras fuentes primarias que hacen referencia a los lugares que se visitan en ese día. 

La tarde se dedica a la visita de los lugares sobre los que se ha reflexionado por la mañana. El Padre Reginaldo Cordeiro, miembro del Sector y Coordinador de ambos cursos, se encarga de la logística de las visitas. Los participantes se alternan en la preparación del desayuno y de la cena, bajo la supervisión del Padre Pavel Zenisek. El Padre Eric Mairura coordina, entre otras cosas, la traducción, cuando es necesaria. 

Los participantes del Curso Respiro han compartido estas palabras: “Es la primera vez que salgo de Brasil”, dice Padre Raimundo Luan, “y para mí esta rica internacionalidad e interculturalidad es realmente muy formativa”. “Ya siento que es un curso muy enriquecedor. Comprendiendo a Don Bosco y su carisma, también comprendemos mejor a nuestro fundador”, ha subrayado la Hermana Koshuni Auxilia, Hermana de la Visitación de Don Bosco (VSDB). “Vivir, reflexionar y compartir con los miembros de otros grupos de la Familia Salesiana nos hace experimentar concretamente lo que significa vivir juntos como una familia”, ha explicado el Padre Rado, de Azerbaiyán. “Aunque he visitado estos lugares de manera rápida, este curso nos permite detenernos a reflexionar sobre el significado más profundo de estos lugares para nosotros hoy”, ha subrayado el salesiano coadjutor Sylvester Makumba, de Botswana. “Este curso me ayuda a prepararme para la formación permanente de nuestros miembros”, explica Chem Mouem, Salesiano Cooperador de Camboya. “Estoy muy agradecido por este curso”, ha explicado el Padre Sylvester Casaclang de Filipinas, “porque se nos brindan informaciones esenciales sobre los lugares que visitamos, pero sobre todo ¡tenemos mucho tiempo personal para reflexionar y orar!”.

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