Al igual que Don Rúa, Don Álbera siempre se movió en una línea de gran fidelidad a Don Bosco, tanto que fue llamado “el pequeño Don Bosco”. Si se quiere encontrar una diferencia con Don Rúa, es que Don Álbera tuvo dos modelos a imitar: el fundador y su I° Sucesor. De hecho, su rectorado fue definido como “siguiendo las huellas de Don Bosco y Don Rúa”, y el mismo Papa Pío X le trazó el programa: “No se aparten de las costumbres y tradiciones introducidas por Don Bosco y Don Rúa”. Con una impronta así, no sorprende que los Aguinaldos de Don Álbera sigan la misma línea que sus predecesores.
Lo que puede considerarse como novedad en los Aguinaldos de Don Álbera es que con él, por primera vez, se incluyen en las Actas del Consejo Superior (esto sucede con su último Aguinaldo, en 1921); y que hay uno dirigido expresamente a los Exalumnos Salesianos, para quienes Don Álbera presidió el primer Congreso Internacional en 1911.
De Don Álbera, que fue Rector Mayor durante once años (de 1910 a 1921), nos han llegado nueve Aguinaldos, que son tendencialmente bastante breves y concisos en la formulación, pero al mismo tiempo ricos en sugerencias espirituales.
Entre los temas recurrentes de los Aguinaldos de Don Álbera no podían faltar las referencias explícitas a Don Bosco, como ejemplo a imitar e invocar. Incluso cuando la referencia no es explícita, el recuerdo de Don Bosco está siempre presente y propuesto como modelo. En cuanto a los demás temas, permanece la visión del Aguinaldo como un medio útil para recordar los medios para el crecimiento en la vida cristiana o religiosa.
Finalmente, dado que el Rectorado de Don Álbera estuvo marcado en gran medida por la "inútil masacre" de la Primera Guerra Mundial y su larga estela de muerte y destrucción, más fuerte es la invitación a vivir la vida desde una perspectiva cristiana, entre el compromiso y el sacrificio, con la mirada puesta en la vida futura.
Aquí, entonces, los mensajes de los Aguinaldos ofrecidos por Don Álbera:
1913: - A los hermanos: "Realizar con compromiso y asiduidad la lectura espiritual prescrita. Don Bosco la recomendaba mucho y le daba mucha importancia. Si es posible, hagámoslo juntos, pero en cualquier caso, que nadie se prive de este alimento espiritual y, de alguna manera, lo supla cuando razones razonables le impidan asistir con la comunidad".
- A los jóvenes: "Amor santo a la virtud angelical. Todos saben con cuánta frecuencia e insistencia Don Bosco volvía sobre este tema al hablar a los jóvenes. Acercándose el 25° aniversario de su partida de esta tierra, no podríamos recordar mejor su memoria que inculcando a nuestros jóvenes un compromiso particular de observar en los pensamientos, afectos, palabras y obras la virtud que Él tuvo sumamente querida y que quería que brillara sobre todo en sus hijos".
1914: – A los hermanos: "Realizar regularmente, con humildad y sencillez, la rendición de cuentas mensual".
– A los jóvenes de nuestros institutos repite lo que decía nuestro Venerable D. Bosco: "Hagan que el demonio nunca los encuentre desocupados".
1915: – A los salesianos. "Haré, con mucho fervor, cada día una visita a Jesús Sacramentado. En ella pediré para mí y para mis hermanos la gracia de perseverar hasta la muerte en la vocación".
- A los jóvenes. "Haré mía la frase de Domingo Savio: 'Morir mas no pecar'".
1916: - A los Salesianos: "La práctica constante de la caridad ut sint unum, es decir, para que formen verdaderamente un solo corazón y una sola alma".
– A nuestros queridos alumnos: "En todas partes y siempre sean valientes, y nunca se dejen vencer por el respeto humano en la práctica de la religión y la virtud".
1917: – A los Salesianos. "Mostremos nuestro afecto al venerable Padre Don Bosco observando escrupulosamente esas Constituciones que él nos ha dado y que la Iglesia ha aprobado".
– Para los jóvenes. "Hagan cada confesión como si fuera la última de su vida".
1918: – "Aprovechar cada ocasión que se presente para practicar la mortificación".
– A los Exalumnos: "...Cordial unión de todos los miembros hacia su propio círculo y de todos los círculos entre sí".
1919: – "Seré de ahora en adelante más generoso en responder a las buenas inspiraciones que el Señor me envía".
1920: – A los hermanos: "Será nuestra preocupación servir al Señor con gran delicadeza de conciencia".
- A los jóvenes: "Asegurar la eficacia de las confesiones comprometiéndose a poner en práctica los buenos propósitos".
1921: – A los Salesianos: "Convencidos de que la humildad es el fundamento de la perfección, nos esforzaremos por practicarla lo mejor posible, en pensamientos, palabras y comportamiento".
– A los jóvenes: "Nunca olviden que Dios encuentra su deleite en un alma adornada con su gracia. Si, en cambio, el alma está manchada por el pecado, Dios la abandona, y ella se convierte en la triste morada del demonio. ¡En guardia, entonces, contra el pecado!".