En la ocasión estuvieron presentes diversos grupos de la Familia Salesiana, autoridades civiles, políticas y militares, amigos y benefactores de la misión salesiana en el Colle Don Bosco; y el Padre Ezio Orsini, Rector de la Basílica, dio la bienvenida al Cardenal en nombre de todos los presentes.

Durante la Misa de las once que él presidió en la Basílica Don Bosco, el Cardenal expresó su gran alegría de estar en el Colle Don Bosco en medio de la comunidad cristiana. Reconoció y apreció la presencia de las autoridades civiles, políticas y militares. Agradeció a toda la comunidad cristiana por su fidelidad a la oración, que es una manifestación de su ciudadanía cristiana.

En la primera parte de la homilía, el Cardenal Fernández recordó: "Hace exactamente doscientos ocho años, nació aquí en I Becchi, donde se encuentra la Basílica, San Juan Bosco. Sus padres eran auténticos campesinos y Juan Bosco tuvo todas las oportunidades de ser como ellos. Su padre era un hombre fuerte, trabajador y protector. Su madre, una joven fuerte de Capriglio, era una madre ejemplar. Y Dios tenía un plan para el pequeño Juan Bosco".

Esta observación llevó al Cardenal al segundo punto de su homilía: "Todo lo que no viene de Dios se convierte en un desastre para la humanidad. Lo vemos en el ejercicio del poder hoy, con los graves abusos que anulan la vida humana. En contraste con el poder humano, Juan Bosco fue llamado por Dios a servir a la humanidad. El Papa Pío XI decía: Jesús es el verdadero Señor. Hoy vemos que el mundo es más violento y agresivo que hace veinte años. Todo esto se debe al abuso del poder humano: la carrera armamentista que destruye y borra la vida humana de la tierra. Las dinámicas del poder humano no van bien. Pero si estamos en la dinámica de Dios, haremos un buen servicio a nuestros hermanos y hermanas. Si nuestro poder es de este mundo, siempre habrá otros: Ucrania, Palestina, Gaza y así sucesivamente. Hay más de doscientos lugares en el mundo hoy que están en la miseria de los conflictos armados debido a las dinámicas del poder humano".

Finalmente, recordando el pasaje del Evangelio en el que Jesús le dijo a Pilato: "Yo soy Rey, pero mi poder no es de este mundo", el cardenal Artime pasó al tercer punto de su homilía, planteando la pregunta: "¿Podemos ayudar a Dios a construir su reino? Claro, si sabemos hacer las cosas 'a la manera de las abuelas', es decir, llevando afecto, cuidado, alegría y esperanza a la familia y a todas las personas que encontramos. 'Hacer de abuela' significa hacer lo que deberíamos hacer. 'Hacer de abuela' significa tomar nuestro lugar en la Iglesia. Quizás alguien no apreciará lo que hacemos, tal vez perderemos las elecciones por esto, pero habremos hecho nuestro trabajo".

Al final de la Misa, el Director de la comunidad del Colle, el Padre Thathireddy Vijay, agradeció al Cardenal por su presencia. Compartió que la creación del Rector Mayor como Cardenal es ciertamente un reconocimiento de las grandes cualidades que posee y de su capacidad para servir a la Iglesia universal en estos tiempos difíciles; y que, sobre todo, es también un inmenso honor para la Congregación Salesiana conferido por el Papa Francisco y la Iglesia por su incansable servicio a los jóvenes y a los pobres de todo el mundo.

"Don Bosco fue un ardiente amante de la Iglesia y del Papa. Don Bosco estaría feliz de ver que un sucesor suyo es un estrecho colaborador del Papa, en la persona del Cardenal Ángel Fernández Artime", comentó.

Al concluir la festiva celebración, la comunidad del Colle Don Bosco le entregó como regalo una estola con la imagen de Don Bosco y María Auxiliadora, y después de la Misa, todos los presentes tuvieron la oportunidad de tomarse una foto con el Cardenal.

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