Dos días completos fueron dedicados a la formación de directores, ecónomos, coordinadores de pastoral y consejeros inspectoriales. En primer lugar, trabajaron el documento: “El salesiano educador pastor en la Comunidad Educativo-Pastoral”. Tras la presentación del tema se compartieron con profundidad ideas, sentimientos e interrogantes con referencia a algunas palabras-clave: competencias personales y confianza; acompañamiento y salario emocional; discipulado y testimonio; equilibrio apostólico y gracia de unidad; relación de amistad con Dios y vida interior permanente y fecunda. "La caridad del buen Pastor es el punto de referencia de la paternidad del Salesiano", insistió Don Miguel Angel.
El segundo gran tema ofrecido por el Consejero fue el referido al “Liderazgo apostólico en una Obra Salesiana”. Se hablo ampliamente sobre las condiciones para un director o responsable de un sector: la consistencia da confianza, por eso el líder que sirve tiene que comunitario, con pasión apostólica y motivador. Un director tiene que ser capaz de formular la visión de la Obra, pero sin centrarla en sí mismo. Don Miguel Angel insistió sobre la necesidad de las motivaciones del Salesiano: “trabajar desde dentro para impactar fuera”.
Otro tema tratado fue la aplicación práctica del criterio oratoriano en las casas. Después de presentar aspectos concretos, los salesianos hicieron un análisis de las casas, a la luz de las sugerentes indicaciones. Hablaron sobre la experiencia del espíritu de familia, la vivencia religiosa y la pedagogía de los itinerarios, el crecimiento integral por medio de la educación y la pedagogía de la alegría y de la fiesta.
Por último, Don Miguel Angel presentó gráficamente una síntesis de la pastoral juvenil salesiana. Como base tomó el Cuadro de Referencia para la Pastoral Juvenil, carta de navegación para el servicio educativo pastoral de todas las obras y presencias salesianas, con el propósito de iluminar y orientar el trabajo con los jóvenes inspirados en Don Bosco y su Sistema Educativo.
En el encuentro formativo con los formandos (novicios, postnovicios y tirocinantes) se compartieron claves de la pastoral juvenil salesiana. “Cuando miramos al salesiano – decía don García - buscamos saber cuál es su identidad, su espiritualidad y, por consiguiente, su estilo de vida. En verdad, son múltiples los rasgos que le definen, pero de alguna manera tiene que haber un eje vertebrador que produzca armonía. Precisamente, el eje que da unidad interna al salesiano es la caridad pastoral”. Finalmente, “la caridad pastoral informa el amor del salesiano desde el inicio de su camino formativo. El salesiano vive del y para el amor. Es un amor que se dirige a Dios y, en segundo lugar, se dirige hacia todo lo que Dios ama, los jóvenes. Son inseparables”.
Por último, con los animadores juveniles trataron el perfil del animador y compartieron como Don Bosco indicaba que es la confianza y la amistad quienes abren los corazones de los jóvenes y los disponen a la acción educativa. Creemos, decían los animadores, en la fuerza interior de todo joven para ser protagonista de su propio crecimiento y maduración, y en el acompañamiento educativo como el medio para ayudarles a ello.
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