Estaba presentes los delegados de esta Región actualmente compuesta por 6 inspectorias: ANN, AOS, AFC, AFE, AON, TZA; 9 Visitadurías: AET, ACC, AGL, ATE, ANG, MOZ, MDG, ZMB, AFM; en la Región hay 4 delegaciones: AET/Eritrea; AFC (EST), AFE-SUD, AON (Senegal, Guinea Conakry y Gambia). Representan alrededor de 41 países y numerosas actividades educativas y pastorales.
Se han ofrecido cuatro grandes argumentos para la reflexión. En primer lugar, la presentación de un nuevo itinerario sobre la educación-afectivo sexual, a la luz del texto “Una pastoral que educa para amar”. Tradicionalmente nuestra práctica educativa ha puesto su mayor énfasis en la transmisión de conocimientos, pero en la educación afectivo-sexual la información no es suficiente para asegurar una educación integral. Los educadores deben tener una formación amplia y sólida tambien pedagógicamente.
Un documento motivador ha sido “El Oratorio-Centro Juvenil” del Cuadro de Referencia, libro que se publicará en breve en varios idiomas. Se ha hablado mucho de la asistencia salesiana y cómo es necesario vivir esta actitud como un verdadero “sacramento salesiano” en el Oratorio-Centro Juvenil. Esta acertada definición contiene la riqueza de ser un signo visible del salesiano entre los jóvenes. Necesitamos esa presencia amable y fraterna que el joven percibe como gesto concreto y efectivo de la caridad pastoral. Los delegados decían que los jóvenes nos reclaman esa presencia. No quieren que seamos espectadores de sus vidas. Asistir no es solo garantizar nuestra presencia en los espacios educativos, sino estar presentes de forma animadora, liberadora y rebosante de amistad en la vida de los muchachos. Asistir significa redescubrir la manera de amarlos en sus lenguajes.
Por otra parte, se discutió sobre el Flash numero 4 titulado: “rol del salesiano en la Comunidad Educativo-Pastoral”, escrito por don Garcia. Algunos de los temas que se han compartido tienen mucho que ver con la fraternidad y las nuevas competencias que se requieren para la animación. Será preciso redescribir y profundizar el “nuevo perfil del salesiano” en la realidad de Africa. Es una búsqueda que hay que hacer con serenidad, sin minusvalorar, dramatizar o despertar situaciones del pasado que aún pueden persistir. Nuestra reflexión nos compromete a suscitar un espíritu y un estilo desde las casas de formación.
Se dedicó tambien algunas sesiones para entender mejor la relación entre salesianos y laicos en misión compartida. Se comentaba que hay que reflexionar sobre la identidad de los laicos, especialmente de aquellos que optan por vivir su trabajo educativo como una opción personal en nuestras casas y no sólo como ejercicio de una profesión. Don García recordaba la raíz teológica y antropológica de la comunión. Por otra parte, la animación solo puede llevarse a cabo eficazmente en un contexto relacional y comunitario. Todos hemos de cultivar una formación “profesional”, con capacidad para hacer una síntesis entre competencias profesionales y motivaciones educativas, y una formación pastoral que debe acoger y armonizar la aportación específica de los consagrados y de los laicos que comparten nuestra misión. La experiencia de comunión no se improvisa, requiere madurez en las relaciones entre consagrados y laicos. Juntos tenemos que promover la espiritualidad de comunión.
Guiados por don Miguel Angel García, Consejero General para la Pastoral Juvenil y don Jobeth Vivo, miembro del Sector para la Pastoral Juvenil, se ha iniciado con una Lectio Divina siguiendo el texto de Mc 2, 1-12. Se ha evaluado la puesta en práctica de las temáticas abordadas el año pasado y se han compartido diversas Buenas Prácticas que se desarrollan en las Inspectorías.
Otros temas de diálogo y reflexión se han referido al acompañamiento de los equipos del MJS, el Sínodo Salesiano de los Jóvenes con motivo de la celebración del “Sueño de los 9 años”, en el 2024.
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