Tras su llegada, en la mañana del 13 de octubre, el Ecónomo General partió inmediatamente hacia Shire, donde fue recibido por los alumnos de la escuela. El hermano Muller pudo visitar el instituto salesiano y, a continuación, una escuela gubernamental que alberga a desplazados internos a causa de la guerra.
El mismo día, por la tarde, la visita continuó en la obra "Don Bosco Adwa", donde el Ecónomo General celebró su cumpleaños junto con las Hijas de María Auxiliadora (HMA), con sus colaboradores, las Hermanas del Cottolengo, que trabajan en el hospital dirigido por las HMA, las Misioneras de la Caridad, algunos colaboradores y los jóvenes voluntarios del "Don Bosco Adwa". A la mañana siguiente, tras asistir a la distribución de ayuda para niños y ancianos, se reanudó la visita.
El hermano Muller visitó la "Fábrica textil Alemeda", una fábrica que empleaba a siete mil personas antes de la guerra y que ahora ha quedado destruida. “Alemeda" representaba un futuro para los estudiantes del Instituto Técnico Salesiano, que encontraban allí empleo. La guerra interrumpió bruscamente las actividades de la fábrica y dejó sin ingresos a los empleados y a sus familias (en total, unas 35-40 mil personas).
A continuación, el sábado 14, el Ecónomo General se reunió con el Obispo de la Eparquía de Adigrat, Monseñor Tesfasellassie Medhin, en Adigrat, quien compartió algunos de los retos a los que se enfrenta la Iglesia local y habló de cómo la población vivió la guerra. Luego, el diálogo se centró en algunos proyectos de autosostenibilidad que deben llevarse a cabo en el futuro para no tener que depender siempre exclusivamente de la ayuda exterior. Por último, la tarde continuó con una visita a la comunidad del Posnoviciado, que ahora vuelve a ponerse en marcha después de haber estado cerrada durante tres años.
El domingo 15 de octubre, el Ecónomo General visitó la casa salesiana de Makalle, Casa Madre de los Salesianos de Etiopía, que se prepara para celebrar sus primeros cincuenta años, en 2025. El Padre Teum Berhe, párroco de Makalle, facilitó la visita a uno de los centros que albergan a los soldados heridos que aún necesitan cuidados y apoyo psicológico. El reto de los centros salesianos será acoger y reintegrar a estos jóvenes, formándolos en diferentes áreas.
La visita fue alentadora, especialmente para las cuatro comunidades de la zona más afectadas por la guerra, que están superando el aislamiento de más de dos años, como signo de comunión con toda la Visitaduría y la Congregación.
Durante los días de la visita se recibió la noticia de otros soldados muertos en la guerra en la parte de Tigray, lo que renovó el luto en todos, recordando una vez más lo que significa la guerra: la destrucción de la vida humana, de la vida de los jóvenes.
El último día, 16 de octubre, se dedicó a una reunión de los ecónomos locales, en la casa inspectorial, y después a una visita a los "Don Bosco Children" de Mekanissa, donde se ayuda a los niños de la calle. El Sr. Muller visitó el Centro Juvenil, que ayuda a unos cuatrocientos menores dándoles un hogar, comida y la oportunidad de asistir a la escuela y a la parroquia.
"Como Visitaduría, estamos muy agradecidos por la visita y por los ánimos recibidos", escribe el Superior de la isitaduría Salesiana de AET, el Padre Hailemariam Medhin, "especialmente para las comunidades de Tigray, ha sido un hermoso signo de comunión y esperanza, en un momento en el que todavía no vemos grandes progresos, incluso después del acuerdo de paz de hace un año".
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