Lo que caracterizaba su participación en la experiencia era su edad: entre cuarenta y cinco y cincuenta y cinco años (...algunos llegaron hasta los cincuenta y ocho...) Por eso, esta experiencia formativa se ha denominado Formación Permanente para la Mediana Edad. Se trata de una propuesta formativa de ambas inspectorías, que ocupa todo un año y que tiene tres intervenciones significativas, la primera de ellas la que ahora se hace noticia, y que se celebró en una pequeña pero acogedora residencia de las Religiosas del Sagrado Corazón, en Miraflores de la Sierra, provincia de Madrid.
Los animadores de la experiencia formativa han sido tres miembros del Equipo Psicológico de CONFER Madrid que, simultaneándose o sucediéndose, han convivido con ellos y animado las sesiones.
El contenido del curso ha sido una experiencia personal y grupal de autoconocimiento y revisión desde el punto de vista humano y de madurez personal, en este momento de la vida religiosa salesiana. Al final de la experiencia, en el momento de la eucaristía, encabezada por los dos Inspectores salesianos, Fernando García (SSM) y Fernando Miranda (SMX), algunos de los participantes expresaron lo que habían significado estos días de profundo trabajo personal y de grupo: “Gracias por la oportunidad de escucharme y escucharos, de conocerme y de conoceros...”; “ha sido todo un regalo disponer de estos días para poder compartir tantos momentos personales y encontrar resonancias similares en los demás”; “he tenido ocasión de descubrir mis heridas y fragilidades y comprender que a través de ellas puedo y debo seguir creciendo y haciendo el bien a los demás”.
Los participantes en la experiencia realizarán durante este año de forma personal y día a día los “Ejercicios Espirituales en la vida diaria”, y están convocados dentro de un año, en estas mismas fechas, a encontrarse de nuevo, esta vez en Tierra Santa, para renovar su encuentro personal con Jesús en los lugares donde el propio Jesús habitó.
